La Policía Nacional ha recibido 38 denuncias de mujeres que manifiestan haber sufrido abusos sexuales presuntamente cometidos por el falso chamán detenido el pasado mes de mayo en Madrid. De todas ellas, 11 han denunciado haber tenido relacionadas sexuales plenas. Los agentes, que han procedido nuevamente a su arresto para que responda de los nuevos hechos delictivos ante la autoridad judicial, registraron su vivienda y localizaron numerosos vasos, recipientes y periódicos con diversas sustancias en su interior. Todos los efectos han sido puestos a disposición de Policía Científica para su estudio y análisis.
El pasado mes, agentes del SAF de la Jefatura Superior de Policía de Madrid detenían a José Israel G. R. como presunto autor de un delito de abuso sexual. El arrestado simulaba ser un chamán y, aprovechando que estaba afectado por el síndrome de acondroplasia, se ganaba la confianza de las mujeres para entablar conversación. Posteriormente, al parecer usaba algún tipo de sustancia para que las víctimas perdieran la percepción de la realidad y así consumar los abusos sexuales.
Desde su arresto, los investigadores han recibido 38 denuncias de mujeres que manifiestan ser víctimas del falso curandero. Todas ellas coinciden en la sospecha de haber sido drogadas con alguna sustancia que alteraba su voluntad y que no habían acudido antes a denunciar los hechos por el sentimiento de vergüenza. De todas ellas, 11 han manifestado haber practicado relaciones sexuales completas.
Una de las victimas, que se realizó un análisis de tóxicos el día después de sufrir el presunto abuso sexual, ha presentado un informe médico toxicológico a los investigadores. En el mismo se puede comprobar que la mujer había consumido una sustancia denominada escopolamina, procedente de la planta burundanga.
El pasado día 30 de mayo, José Israel era nuevamente arrestado. Los agentes realizaron la entrada y registro de su domicilio y hallaron numerosas botellas, vasos y periódicos con diversas sustancias en su interior. Todos ellos fuero intervenidos por los especialistas de Policía Científica para su trasladado hasta el laboratorio. Allí serán analizados para averiguar el tipo de sustancia que contienen.
