El compromiso de que el primer Instituto Público del barrio, el IES Malala, comenzara a funcionar con su primera fase construida en septiembre de 2017, y que desde esta Plataforma se puso en duda desde el primer momento por los plazos imposibles que manejaba Educación, «ha sido el último desastre en materia de infraestructuras que sufre la Educación Pública en las Tablas».
Siguen sin salirle las cuentas al colectivo después de sacarse a licitación lo que resta de construcción. «Nos tememos que de nuevo se incumplirán los plazos, y aunque no fuera así, y en septiembre de 2018 esté realmente terminada esta primera fase del centro, ya estaría por encima de su capacidad, ya que en junio terminan primaria alumnos de tres de los Colegios Públicos del barrio: más de 200 niños, además de quienes vengan de otros colegios concertados o privados, o de fuera del barrio».
A la problemática del instituto se suma la construcción de la tercera fase del colegio de Infantil y Primaria Blas de Lezo. «Con un plazo de ejecución fijado por la Comunidad de Madrid en 8 meses, claramente no estará listo en septiembre para el próximo curso escolar, con lo cual tendrán que convivir con las obras parte de este curso y gran parte, si no todo el siguiente, además de seguir sin tener gimnasio donde impartir en condiciones las clases de Educación Física tal», denuncian.
Igualmente, la plataforma insiste, como lleva haciendo los últimos años, en que el instituto público en el que hasta el curso anterior han tenido que matricularse los niños de Las Tablas, el IES Manuel Fraga, ha estado sin tener gimnasio hasta su quinto curso escolar en marcha y que a día de hoy, sigue sin tener un patio adecuado para los más de 500 alumnos, en su inmensa mayoría de las Tablas.
Otro problema del que advierte el colectivo corresponde a la masificación «encubierta» a la que la Consejería ha llevado a los Colegios Públicos del barrio, aumentando el número de aulas por curso en algunos centros. Según las cifras facilitadas por las asociaciones, el CEIP Calvo-Sotelo sigue teniendo 6 aulas de más (unos 150 alumnos); el CEIP Tarradellas 8 aulas (unos 200 alumnos); y el Blas de Lezo, con sólo 4 cursos en marcha, ya que imparte Educación Infantil y 1º de Educación Primaria de momento, tiene ya 2 aulas de más (unos 50 alumnos).
«Esto se traduce en falta de aulas para psicomotricidad, música, etc, falta de bibliotecas, falta de espacio en los patios, y la necesidad de hasta tres turnos en los comedores escolares, que obligan a los niñ@s a comer en 25 minutos, todo esto genera muchos problemas e incomodidades a la comunidad educativa».
Por todo ello, la Plataforma por la Educación Pública en las Tablas ha organizado un entierro de la Sardina “muy especial” para visibilizar todas estas carencias hoy miércoles 14 de febrero, a las 17:30 horas, en la parcela donde está construyéndose la primera fase del primer Instituto público de Las Tablas.
