Juan Ramón Manzano Manzano ‘El Ramoncín’, uno de los menores condenados por el asesinato de Sandra Palo, fue trasladado el miércoles desde el centro de menores donde permanecía hasta el centro penitenciario Madrid IV, en Navalcarnero, para cumplir los dos años que le quedan de condena, según han confirmado fuentes de la Consejería de Presidencia, Justicia e Interior de la Comunidad de Madrid.
Por su parte, fuentes de Instituciones Penitenciarias aseguraron que esta medida está prevista en la Ley del Menor y que responde a una resolución judicial. El joven se encuentra en período de privación de libertad hasta 2011, y posteriormente pasará a un régimen de libertad vigilada durante cinco años.
La Audiencia Provincial de Madrid acordó en febrero que este joven pasara a cumplir los dos años que le quedan de la pena que se le impuso en un centro penitenciario ordinario al alcanzar la edad de 23 años.
En un auto,la Sección Cuarta desestimaba el recurso de apelación interpuesto por la defensa de ‘Ramoncín’ contra el auto de 2 de noviembre de 2009 en el que un juez de Menores decidió mantener la medida de internamiento en régimen cerrado que se le fijó por participar en el crimen de la joven getafense.
El chico, que tenía 16 años cuando participó en el cruel crimen, fue condenado en octubre de 2003 a ocho años de reclusión en un centro de menores en régimen cerrado y a otros cinco de libertad vigilada.
El recurso de la defensa estaba encaminado a que su cliente evitara cumplir el resto de la condena en una cárcel de adultos, puesto que la Ley de Responsabilidad Penal del Menor contempla el cambio de régimen cuando el menor alcanza la edad de 23 años.
La Sala insistía en que "ninguna razón sólida" justificaba que se retrasase por más tiempo su traslado a un centro de cumplimiento de adultos. Recordaba que su evolución ha sido "irregular" y con "altibajos", según la evaluación realizada por el equipo técnico.
Además, recalcaba que el propio chico reconocía en el recurso que sólo desde el pasado mes de abril su evolución había sido favorable y, aún así, se desarrollaba lentamente.
Añadía que los informes que obran en las actuaciones tampoco avalaban la sustitución de la medida, cuyo cumplimiento debe mantenerse en régimen cerrado y realizarse en lo sucesivo en el centro penitenciario que al efecto se designe.
