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El Ayuntamiento derriba 11 chabolas más del poblado de Puerta de Hierro

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En el poblado de Puerta de Hierro, situado en el cruce de la M-30 y la A-6, tan sólo quedan 14 chabolas. Y es que, tras el segundo desmantelamiento de 11 infraviviendas llevado a cabo por el Ayuntamiento de Madrid, solamente residen allí unas 15 familias. 

El pasado 19 de enero, sobre las 7.00 horas, la Policía Nacional y la Municipal acudieron hasta el lugar para “de muy malas maneras”, como ha asegurado a este periódico, Isidro Santos, vocal del PSOE, “sacar a sus gentes de sus casas sin poder recoger ni tan siquiera sus enseres personales”. Esto sucedió con los primeros cinco derribos, mientras que en los seis restantes, sí se les permitió coger todos sus objetos. Incluso, según Santos, debido a la tensión sufrida por este derribo inminente, una de las dos mujeres que estaban embarazadas “sufrió un aborto”.

Son 42 las personas, en su mayoría niños, los que en la actualidad han tenido que ser acogidos por el Samur Social. Bajo el amparo de esta institución pueden estar tres días desde el momento en que se produce el desalojo, para después pasar a disposición de los Servicios Sociales de la Junta Municipal de Moncloa-Aravaca, que se ocupará de su realojo.

Primero realojar, luego derribar
Esta es la premisa que el Grupo Municipal Socialista cree que debería cumplir el Ayuntamiento antes de proceder a los desalojos de los poblados chabolistas. De hecho, Pedro Santín, concejal del PSOE, ha explicado a EL DISTRITO que, “de la forma en que lo están llevando a cabo en la actualidad se está produciendo un problema social de una gran magnitud, ya que echan a la gente de casas donde están ya empadronadas y llevan habitando toda la vida, y luego no saben dónde meterlos”.
Problemas con la escolarización
Además de los problemas que este tipo de derribos trae con el realojo, otra de las consecuencias inmediatas es la futura escolarización de los niños de estos poblados. Estos, que estaban acudiendo con normalidad a un colegio de la zona, ahora van a dejar de asistir al centro al que iban, puesto que los realojos se suelen producir en distritos bastante alejados. “¿Qué es lo que se va a hacer con ellos?”, se pregunta Santos.  Además, este vocal aseguró  en su día a EL DISTRITO que, “un autobús de la Comunidad de Madrid recogía a estos pequeños en el poblado para llevarlos al colegio que les perteneciera”.

 

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