El número 40 de la Cuesta de San Vicente, que tenía que haberse derribado hace un mes según un decreto del Ayuntamiento de Madrid, continúa intacto. Y es que, según ha explicado el concejal de Moncloa-Aravaca, Álvaro Ballarín, los vecinos, responsables del derribo, han interpuesto varios recursos a la orden del Consistorio.
Así, según Ballarín, “será un juez el que decida finalmente sobre esta situación”.
La historia comenzó cuando, debido a las enormes grietas que presentaba el edificio, este fue declarado por los técnicos municipales en situación de ruina inminente, por lo que los vecinos disponían de un plazo de 5 días para proceder a derribar la parte exterior del mismo.