Madrid no olvida. Tal día como hoy, hace 15 años, un joven vasco concejal del Partido Popular en el Ayuntamiento de Ermua era secuestrado por la banda terrorista ETA. El rostro, la cara de "chico bueno" de Miguel Ángel Blanco dio la vuelta a España en todos los informativos y llegó al corazón de todos los españoles. Fueron 48 horas de inquietud, de preocupación pero también de esperanza cuando Miguel Ángel fue encontrado por unos cazadores en un monte cercano con un tiro en la cabeza. Todavía respiraba, todavía podía seguir viviendo. La amargura y el dolor de los españoles se hizo patente cuando murió horas después. Ese día nació el Espíritu de Ermua que pervive en el tiempo.
Esta tarde, en su recuerdo, la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, presidió un homenaje junto a Mari Mar Blanco, presidenta de la Fundación que lleva el nombre del concejal asesinado, y anunció que el Ayuntamiento de Madrid cederá un local en el distrito de Moratalaz para sede de la citada Fundación en Madrid que llevará por nombre Espacio Miguel Ángel Blanco. Además, en el próximo Pleno municipal del mes de julio todos los grupos políticos representados en él aprobarán una Declaración Institucional en recuerdo de Miguel Ángel y el Espíritu que su recuerdo representa. También se llevará al Pleno la propuesta de que un espacio público de la capital lleve el nombre del concejal asesinado.
Unión de españoles y demócratas
"Aquellas 48 horas de infamia -evocó la alcaldesa- unió a los españoles, a los demócratas, a todas las personas de bien para decirle un no unánime a los terrorismo, un basta ya a su vileza y a sus chantajes, y un no nos resignamos a sus crímenes".
También recordó Ana Botella, aquellas inmensas manifestaciones de dolor de los españoles en todas las plazas y calles de España. "Unos días antes, habíamos asistido -rememoró- a la liberación de José Antonio Ortega Lara, el funcionario de prisiones que estuvo secuestrado por ETA durante 532 días. Aquella dramática imagen de un hombre desfallecido y débil rescatado por la Guardia Civil nos conmovió a todos, nos hizo ver la increible maldad de los terroristas y nos animó a ganarles: les podíamos vencer con la fuerza del Estado de Derecho".
La alcaldesa de Madrid finalizó el acto afirmando que "España no olvidará los hechos y todo el horror de la banda terrorista. Quince años después de aquella barbarie, el recuerdo de Miguel Ángel Blanco y la presencia del Espíritu de Ermua está patente entre las personas de bien y nos recuerda lo que no puede volver a pasar. En Madrid está y seguirá vivo su recuerdo".
