Las calles comerciales del distrito son algunas de las zonas de las que más quejas existen. Los coches en doble fila en la Avenida de Moratalaz, “donde nadie respeta la señalización de carga y descarga”, en la calle Marroquina o en Pico de Artilleros, se unen a, en dos de estos casos, el tráfico de los autobuses, que dificultan la circulación de los vehículos, sobre todo en el horario comercial. “Circular por esta calle es como estar en un rally -comenta un vecino- tienes que ir zigzagueando, para no chocarte con los coches mal aparcados, con el peligro que eso conlleva, ya que te tienes que meter en el carril contrario”.
Además de esa zona, otra en la que surgen muchos conflictos es en la gasolinera ubicada junto a la Plaza del Encuentro. Tiene un tráfico muy fluido de clientes, debido a su amplio horario, y en ella se forman continuamente atascos que complican la circulación de la calle Arroyo de las Pilillas, desde la que se accede a esta estación de servicio. “Los líos se forman generalmente porque no nos damos cuenta de que hay surtidores vacíos, por lo que no se pasa a ellos y la entrada se queda bloqueada”, se queja una usuaria.
La calle del Doctor García Tapia es una de las más transitadas del distrito, y también una de las que más aparece en las quejas de algunos de los vecinos conductores. Destacan dos puntos. Por un lado, el stop ubicado en su cruce con Arroyo Belincoso, “es muy peligroso, no tiene casi visibilidad, y los coches bajan de Dr. García Tapia a mucha velocidad”, se quejan. Otro punto, es donde se une esta calle con la de Augusto González Besada, donde hay un cruce en el que, de nuevo, la falta casi completa de visibilidad lo convierte en un punto muy peligroso.
“Cada vez hay más coches, menos sitios para aparcar, es normal que sea más complicado circular. Tienen que buscar soluciones”, afirma un vecino.