Un ruido insoportable hasta altas horas de la madrugada es lo que llevan décadas aguantando los vecinos de La Lonja De Moratalaz, el corazón del ocio del distrito. Un tramo en la que una veintena de bares mantiene a los vecinos en pie de guerra por su excesivo ruido. Ahora, el Ayuntamiento de Madrid por fin ha escuchado sus quejas y está estudiando declarar La Lonja como Zona de Protección Acústica Especial (ZPAE). Y, como ya pasó en Centro y en Arguelles, las quejas de los empresarios no se han hecho esperar.
El problema no sólo es la concentración de numerosos establecimientos de ocio en una zona, sino el ruido que las terrazas de éstos generan. De hecho, una tercera parte del espacio es al aire libre, generando un ruedo constante que se ve aumentado considerablemente por la fisionomía del espacio. “Las noches de los fines de semana son una locura”, sostiene una de las vecinas harta del ruido.
El Consistorio, a través de la Dirección General de Sostenibilidad, ya ha iniciado las mediciones en la zona y todo apunta a que superaran los límites legales establecidos. “Estamos en un periodo de mediciones. Siempre trabajamos con la participación de la Junta y de los movimientos vecinales”, confirmaba la delegada de del Área de Medioambiente y Movilidad, Inés Sabanés, en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno del pasado jueves.
Conflictividad latente
“La altísima ocupación por terrazas está generando bastante conflictividad”, explica el concejal del Distrito de Moratalaz, Pablo Carmona, a este periódico. Comenta además, que durante los años 2014 y 2015 se han ido realizando mediciones que daban por encima de los niveles permitidos de ruido, “sobre todo los fines de semana de doce a tres de la mañana”.
El concejal de Moratalaz precisa que “lo que no vamos a dar es ningún paso sin abrir el proceso a la participación”. “Ahora toca esperar los resultados de las mediciones”, confirma, para, después, realizar un informe sobre lo que supondría y así poder presentárselo a todos los agentes afectados.
Y es que para lo que los vecinos es una cuestión de justicia por el calvario que llevan años soportando, para los hosteleros de La Lonja supone un ataque en toda regla. “Ha caído la espada de Damocles sobre nosotros”, lamentaba el portavoz de la Asociación de Empresarios del Ocio Nocturno de la Comunidad de Madrid, Vicente Pizcueta. Un anuncio que, esgrime, les ha pillado por sorpresa, pues considera que el nivel de ruido de la zona es “poco importante”. Para Pizcueta, los problemas son los lateros y el botellón: “Antes de intervenir contra las pymes hay que actuar contra lo ilegal”.
El Ayuntamiento, a pesar de las diferencias aparentemente irreconciliables entre vecinos y empresarios, abrirá un periodo de participación para que todos los afectados “conozcan perfectamente” lo que se pretende hacer. Si finalmente se aprobase la Zona de Protección Acústica Especial, los establecimientos tendrían que adelantar su cierre y se limitaría la apertura de nuevos locales.
Un caso “muy especial” para Carmona, que descarta que las ZPAE lleguen de momento a otros barrios de la ciudad y que recuerda que, a pesar del incipiente revuelo, la implantación de esta medida está en una fase preliminar.
