Se llaman Ginkgo Biloba, como el árbol que logró sobrevivir a la bomba de Hiroshima. Y ese espíritu de supervivencia es el que les caracteriza frente al complicado panorama musical de hoy en día. De momento son independientes, sin sello ni discográfica que les ampare, pero ya han probado la miel de subir a un escenario para tocar frente a un público entregado. Estos cinco chicos, cuatro madrileños y un mexicano, andan buscando su hueco en el mercado; y aunque son conscientes de las dificultades, saben lo que hacen: hacen buen rock; y eso es lo que quieren demostrar.
¿Cómo definiríais vuestra música?
Tenemos una base rock clarísima, y luego intentamos fusionar con funky, pop, disco… Ante todo queremos pasarlo bien y hacérselo pasar bien a quien nos escucha.
¿Qué pretendéis con Ginkgo Biloba?
Vivir de la música, comer de ella… Todos tenemos nuestros proyectos paralelos, nuestros trabajos, pero poco a poco queremos ir invirtiendo más tiempo en la música. Vivir primero para la música, y después vivir de ella. Para nosotros es algo mucho más serio que un hobby.
¿Cuáles son vuestras influencias o referentes musicales?
Cada uno tenemos nuestros gustos, somos muy diferentes. Llegamos al ensayo y sacamos temas aportando cada uno lo que nos gusta. Aunque luego es verdad que hay un eje común a los cinco, como son los rockeros clásicos tipo Led Zeppelin, Queen…
A mi me gustan los Hellacopters y Backyard Babies -matiza Juan Diego, el batería-.
¿En qué consiste vuestra carrera musical hasta ahora?
Tenemos una maqueta de 4 canciones que sacamos en octubre del 2006, y ahora estamos grabando un disco. Empezamos a grabarlo hace un año, y lo estamos haciendo gracias a la ayuda de un amigo nuestro: Dani, el cantante de Despistaos. Estamos ya terminándolo.
Hace unas semanas os proclamasteis ganadores del concurso de Música Joven de La Elipa 2008 ¿habéis participado en más concursos?
Sí, hemos participado en 4 o 5. Estuvimos en Laredo (Santander), en un concurso en Ritmo y Compás…Pero nuestro mejor concierto fue cuando tocamos en Gruta 77. Salió perfecto, sonó muy bien y la gente respondió guay.
¿Dónde os gustaría tocar?
Las Ventas es siempre la meta de cualquier grupo. Nos gustaría hacerlo allí, pero como grupo principal claro (risas). También una gira por Latinoamérica. Y una gira de bares y otra de estadios.
Para muchas bandas, las salas de música de su ciudad son el trampolín a la fama…¿qué opinais de las de Madrid?
En general las salas de Madrid tienen unas condiciones acústicas bastante malas, y las económicas peor todavía. Si no llenas el garito se entiende que no te paguen un duro, pero cuando lo llenas el grupo se merece más que una miseria.
¿Cómo véis el panorama artístico de hoy en día, empezando por el gusto musical de los jóvenes?
Parece que la juventud va siendo cada vez más rock. Pero muchas veces la gente escucha lo que nos venden, lo que nos meten en la radio y en televisión… Los medios de comunicación conducen un poco los gustos, pero por suerte no todo el mundo se deja llevar. Además hay grupos muy buenos que se van conociendo por el boca a boca y terminan por ser muy escuchados sin haber tenido ningún tipo de promoción. Aún así no todo lo que sale en los medios es malo, hay grupos comerciales muy buenos también. De lo que se trata es de dar un espacio para todo tipo de música. Pero está claro que si sales en la tele tienes un buen verano (risas).
¿Y el papel de las discográficas, productores y demás…?
El mercado está muy reducido en ese sentido, pero ahora gracias a Internet la autopromoción está creciendo. La gente te puede escuchar desde su casa a través del ordenador, y eso es lo que importa. Aunque al final el músico que vive bien no es el más escuchado en Internet precisamente, sino el que más sale en la tele (dice Álex). Muchas veces Internet da la oportunidad de darse a conocer, antes sólo se conseguía por medio de una discográfica, que se quedaba con toda la pasta. Ahora se empieza a negociar por porcentajes, y las discográficas están descontentas porque ya no sacan tanto (explica Mario). A mi lo que me interesa es tocar, montar mis directos y que venga muchísima gente a verme, no inflarme a vender discos (añade Emilio).
Los tiempos están cambiando…
Si, porque ahora ya discos casi no se venden. Ahora hay otros formatos y otras herramientas… Debería cambiar el modelo de industria musical, y amoldarse a lo que hay ahora. (dice Mihai).
