Vinieron desde Las Vegas y arrasaron. Impecables e implacables, los asesinos no tuvieron piedad con el público madrileño, la tarde del 22 de marzo en el Palacio de Deportes. Aunque la intención era presentar su tercer disco Day&Age, lo cierto es que fueron las canciones de sus trabajos anteriores las que hicieron temblar a la capital.