Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

The Who

Hago un trasteo entre conocidos preguntando: ¿Por qué hay que ver a The Who a estas alturas? ¿Quizá para escuchar cómo cantan My Generation a gente ajena de dos generaciones más allá? ¿Acaso no es como el Dúo Dinámico cantando Veinte años tiene mi amor cuando ellos andan con medio siglo de más como dos viejos verdes fuera de onda? ¿Y la posibilidad de que Townshend se disloque un hombro a molinetes, qué?

Me lo perdonan los melómanos a los que pregunto pues saben que me gusta picarlos con saña y que yo entraré en berrea cuando suenen sus primeros acordes; a fin de cuentas a mí sólo me llevan una generación y un pico.

Lily, aún enclaustrada en Lisboa y sin que me deje rescatarla, me dice que no va a poder ir. Los vio en el 2007, en el madrileño Palacio de los Deportes, e insiste en que no me lo puedo perder. Dice que hay que recuperar el tiempo perdido: los cuarenta añazos que tardaron en tocar por primera vez en España hay que recuperarlos como sea, aunque sea creyéndose que hay un túnel del tiempo directamente a los setenta. Me cuenta que fue al concierto con un absurdo novio suyo, que ni los conocía, “tan guapo como tonto…, y era muy guapo…”, suelta de manera lapidaria. Yo creo que esta vez debería ir conmigo aunque me deformaran la cara esos gemelos mexicanos medio amigos suyos que me la quieren partir.

Llegarán The Who al Mad Cool con ese vándalo tímido que es Pete Townshend y ese obús reconcentrado que es Roger Daltrey como puntales desde la formación original metiéndole la sangre que siempre le inyectan al asunto y acompañados de Zak Starkey, hijo de Ringo Starr, a las baquetas como sustituto de aquel salvaje legendario que fue Keith Moon –el que bautizó a los Led Zeppelin como Led Zeppelin-; Simon Townsend, hermano de y miembro en la sombra desde hace una eternidad, a la rítmica; el virtuoso Pino Palladino al bajo y John Corey a las teclas varias. Una base contundente para elevar la nave desde su década mágica hasta la eclosión.

Caliento motores escuchando una obra menor del grupo: It´s hard como homenaje al bajista original,  John Entwistle, en el último disco en el que participó, pues murió en Las Vegas en el 2002, justo la víspera del comienzo de gira por los Estados Unidos, acompañado de una stripper y con un infarto con trazas de cocaína como un mártir roquero de libro.

Loading

Loading

Etiquetas:

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

el distrito tv

lo más leído

Lo más visto

Scroll al inicio