No he querido hasta ahora analizar lo que está ocurriendo en la futura República de Catalunya porque creo la fase de la “analítica” ha pasado. Los médicos ya saben qué le ocurre a la parte periférica de nuestro cuerpo, que es España. Ahora hace falta un tratamiento. Y el que yo propongo es una diálisis. Sí, hay que limpiar el exceso de desechos orgánicos e inorgánicos que tenemos en sangre, hay que depurarla y limpiar lo que podamos. Y, como todo tratamiento dialítico, esto hay que realizarlo de vez en cuando.
La causa de que se acumule tanta mierda (perdón) en Cataluña es que no hemos sabido ni podido ni querido atajar el despendole autonómico y el café para todos. Esto se lo debemos al PSOE y también a su amigo del alma el PP, que pactaron en los ochenta cómo desarbolar el galeón catalán y vasco, fundamentalmente a base de enarbolar otros quince galeones, y sufragar sus gastos mediante la llamada a la “solidaridad interregional”. Es decir, que los pobretones del sur gastaran sin cuento en sus autonomías (y sé de lo que hablo pues soy malagueño), a costa de los impuestos de los ricachones del norte. Y, sí, Viva la Pepa, que para eso nació en Cádiz en 1812, y de todos es sabido que con las bombas de los fanfarrones se hacen las gaditanas tirabuzones.
Llevamos treinta años inaugurando pabellones deportivos, rotondas, palacios de congresos, autovías gratuitas, edificios oficiales, institutos públicos, servicios de Metro, puertos, aeropuertos, y manteniendo hordas de funcionarios, paniaguados, enchufados y cuñaos metidos a dedo en las Administraciones del Sur y Oeste de España. Y todo a costa de los madrileños, catalanes, vascos, baleares y navarros.
Mientras no hubo crisis, más o menos nos aguantamos. Pero, claro, desde 2011 los catalanes se han hartado de ver cómo se cierran en su tierra hospitales, institutos y otros servicios públicos mientras en el Sur y Oeste de España se siguen abriendo y a tutiplén. Y la mitad de los catalanes han dicho ¡ya está bien! Y, como no hay manera de dialogar con el culpable del despendole, el PPSOE y sus barones autonómicos del Sur y Oeste de España (los primeros que se han negado a dialogar con Podemos y sus marcas independentistas), pues solo les ha quedado la opción de irse, dar un portazo, pedir el divorcio, mandarnos a la mierda(perdón) con nuestra solidaridad y nuestras rotondas.
La única diálisis que se me ocurre recetar es reformular el Estado de las autonomías, recentralizar los servicios básicos (Justicia, Sanidad y Educación) y proponer un Pacto Fiscal para que, en todo lo demás, las Autonomías reciban más o menos lo que pagan. Ni un euro más (con en el Sur) ni un euro menos (como en el Norte).
Que es lo justo y necesario.
