La importancia de algunos detalles por lo que son capaces de revelar es algo que ya destacó Plutarco hace siglos. Por ahí va la clave, y no por el hecho en sí, de la desproporción en el tratamiento del incidente de Esperanza Aguirre con los agentes de movilidad. La condesa-chica Telva de la Comunidad de Madrid, como la llamaba Umbral, se ha mostrado en toda su esencia incluidos los tipismos clásicos de excusarse para desviar lo principal en base a la prepotencia, machismo y bla, bla, bla. Por evitar, como dijo ella, la foto multándola y el aprovechamiento en su contra, que sólo sería una noticia de tercera a olvidar al día siguiente, consiguió algo para ella peor. Esperemos que, por lo menos, denuncie a los agentes ya que tiene tan claro su errónea actuación y a ver qué dice el juez.
Seguimos con detalles reveladores. La crisis está superada. Lo dicen banqueros, políticos y poetas, aunque la solución al enigma la den estos últimos, siempre en crisis y en modo supervivencia. Escribe Antonio Lucas: “La recuperación también era esto: caer de otro modo y dejar que el hombre se acostumbre a vivir peor.”Los caídos son ya vago recuerdo, mera purga de la crisis como quien pasa la hoz por la mala hierba. Los que medio aguantan se han vuelto invisibles: se esconden o disimulan. Y hablan de recuperación sólo aquellos que siguen ganando dinero mientras se dinamita la clase media, que deriva en futuribles excluidos sociales como se tuerzan las cosas un poco de más. A todo esto, suben los millonarios.
Pasamos a internacional. La solución económica de Maduro mientras tira de la cuerda en Venezuela hasta la total fractura social: un corral por casa. Teoría macroeconómica de la tortilla francesa. Además, cuidando gallinas no se verán tantas telenovelas: el gran demonio agitador de masas, no sabemos si con voz en off, desde que una de sus divas se manifiesta claramente a favor de la oposición.
Para terminar, una judicial-nacionalista. Jueza de Barcelona considera válida la cesión del padrón para la consulta independentista (en eufemismo: soberanista) en base a que el derecho a decidir (nuevo eufemismo: decidir qué…) es una “aspiración política legítima”. Nadie duda de esto último, pero si algo denota que se está en una democracia es que dichas aspiraciones deben estar en cauce de Ley. ¿Acaso la aspiración vital a ser millonario, exime de hacerlo de dentro de lo legal?
Ad latere: Leo en un periódico, da igual cuál y da igual quién lo dice: “No soy una artista cara. Dependiendo del tamaño tengo cosas entre los 300 y los 8000 euros.” ¿Tamaño? La pornografía de la ignorancia.
