Supongo que en este momento todos conocen esta iniciativa, que pretende contribuir a romper lo antes posible el círculo vicioso: las malas noticias generan desmoralización, que a su vez genera malas noticias. Para colaborar con la recuperación anímica se ha creado la página www.estosololoarreglamosentretodos.org. Michael Robinson, Buenafuente, Roca, Ferrán Adriá, los hermanos Gasol, Romay, Mariscal, Carlos Sainz, Juan José Millás,… participan de manera altruista para infundir ánimo y empezar a arreglar esto. Quiero apoyarles desde esta página. Basta de mensajes negativos, tiremos para adelante.
Nos han presionado tanto con la crisis que hemos cambiado nuestras costumbres de consumo. Eso es positivo. Ser más lógicos gastando está bien. Pero incluso los funcionarios, con sueldo y trabajo asegurado, tienen miedo. Y también hemos cambiado nuestra forma de vivir, incluso de pensar, generalmente para peor. Que baje la bolsa o que las grandes empresas ganen menos dinero no tiene por qué afectarnos si no pone en peligro nuestro trabajo. Nos hemos dejado contagiar de una desilusión que está abatiendo a la gente y encerrándola en su casa. Si algo caracteriza a nuestro país es su alegría y estar en la calle. Eso nos da vida y es nuestra base y la de nuestra economía. Tenemos que volver a sonreír, subir la moral y salir. No se trata de comer todos los días fuera, ni de gastarnos lo que no tenemos, sino de volver a ser tan españoles como éramos, bastante más divertidos.
La crisis, es innegable. Pero también sufrimos una crisis interior que lleva a un pesimismo contagioso que se propaga. Y ese abatimiento es negativo para el consumo y la economía. Muchos han tenido realmente un empeoramiento, o han perdido el trabajo. Pero otros muchos no. Sin embargo, todos, tanto los afectados como los que no lo hemos sufrido personalmente, padecemos “conciencia de crisis”, asentada en nuestra mente. Contra esa sensación, ese desánimo instalado en nosotros, sí podemos luchar. Recuperar la confianza y afrontar el futuro es el primer paso. Con optimismo, al menos con esperanza. Cada uno sabe cómo le ha afectado la crisis en lo económico, pero todos hemos de superar aquello que nos ha afectado en lo personal. Valorar nuestra situación, analizarla y no dejarnos influir por cómo nos la cuentan, nos permitirá propagar la epidemia del optimismo.
Resulta visible una desconfianza global que ahonda más aún la intensidad de la propia crisis. Lo expresa muy bien Juanjo Millás “si la crisis es X, la sensación de crisis es X+7. Y es ese 7 el que tenemos que quitar”. Resaltar las malas noticias, incluso disfrutar con ellas, no hace sino acrecentar ese pésimo estado anímico general. Y sobre esa consternación se produce un efecto mucho más negativo de la realidad. Anímate y difúndelo. No seas de los que favorecen la tristeza, proponte contagiar el ánimo positivo. Defiende la alegría.
En esa web hay muchas buenas noticias económicas que aparecen ya con cierta frecuencia en los medios. Y lo principal es que son noticias de la gente, muchas historias que demuestran que el sol empieza a salir, que las nubes no son tan negras. Darnos cuenta de ello es el primer paso para arreglarlo.
Os invito a visitar su página. En definitiva, según afirman en su manifiesto: “tenemos que contagiar la confianza de la misma manera que se ha contagiado el pesimismo”.
