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Partitocracia: Causa de la ruina en España

El desapego que la sociedad tiene respecto a los partidos políticos y su forma de gobernar, tanto a nivel interno como externo, es un secreto a voces. El ciudadano, sobre todo en estos momentos de crisis, esta hartó de una partitocracia que asfixia a la democracia y que ve en la dictadura interna de los partidos políticos la causa en la que nuestras instituciones están gobernadas por una manada de mediocres y corruptos. Mediocres sin formación, pelotas asalvajados, saca mantecas agarrados a la silla, son la causa de la crisis que vive España y de cual no vemos solución mientras no exista democracia interna en los partidos políticos.

La mayoría de partidos funcionan por familias o por enchufados, cuyo único currículum es formar parte de esa categoría de los llamados ‘lame culos’ que en manadas invaden nuestra casta política y degradan nuestras instituciones hasta convertirlas en órganos de desgobierno que maltratan al ciudadano de a pie.

Parece evidente que esta forma de organizarse aleja a las formaciones políticas de la sociedad. Ésta debería verse reflejada en los partidos, pero son regidos por una casta muy lejos de las necesidades de la ciudadanía. Muchas personas que se interesan por participar en la gobernanza de lo público acaban desistiendo ante la imposibilidad de que sus ideas puedan calar en las férreas estructuras de los grandes partidos, lo que provoca que solamente puedan llegar a ejercer cargos relevantes aquellos militantes que se pliegan a los grupos de poder establecidos y que sirven a sus intereses.
La falta de democracia interna ha elevado el nivel de mediocridad de nuestros políticos hasta límites insospechados. Basta ver cuales han sido los méritos de la actual inquilina del Palacio de Cibeles para llegar a la alcaldía de Madrid. Ser mujer de…, hermana, prima o hija, son requisitos necesarios para formar parte de esa manada de mantenidos a costa de nuestros impuestos.

Los resultados de estas prácticas son el alejamiento de los partidos de la ciudadanía, ya que esas legiones de vocales, asesores y enchufados en general traen como consecuencia que nosotros, los ciudadanos, no paremos de pagar impuestos que no sirven para mejorar nuestra calidad de vida, sino para llenar la panza de la casta política.

La mayoría de los políticos que conozco no gobiernan para el ciudadano, sino para agradar al amo al cual deben su posición y mantener el trasero bien pegado a la poltrona del poder. Lamentablemente, nuestra sociedad no aguanta ni un segundo más un sistema donde la casta política condena a la ciudadanía a meros espectadores de un sistema que no tienen nada que ver con ellos y que sólo son llamados a participar cada cuatro años, para maquillar una democracia que no existe por culpa de unos partidos que han fagotizado cualquier espacio de independencia y libertad.

Y para finalizar me gustaría recordar que la democracia es el gobierno del pueblo, algo radicalmente diferente de la actual partitocracia que reina en España donde quienes gobiernan y viven a cuerpo de ‘Rey’, son los partidos políticos.

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