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Los pobres también celebran a D. Quijote

Pablo Sagastibelza

Todavía no han concluido las celebraciones del IV Centenario de la maravillosa obra literaria de Miguel de Cervantes El Ingenioso Hidalgo D. Quijote de la Mancha. Bien se merece Cervantes que, durante más de un año, el Gobierno autonómico de Castilla-La Mancha se haya volcado con acierto en eventos conmemorativos del aniversario: libros, ediciones especiales de la obra, exposiciones de gran nivel, recorridos culturales y turísticos, conferencias y actos académicos, certámenes de arte, etc, etc.

En una ocasión, dice D. Quijote a Sancho lo siguiente: "escribe a tus señores y muéstrateles agradecido, que la ingratitud es hija de la soberbia y uno de los mayores pecados que se sabe, y la persona que es agradecida a los que bien le han hecho da indicio que también lo será a Dios, que tantos bienes le hizo y de continuo le hace".

Gratitud es la que se le debe al Sr. Presidente de la Comunidad de Castilla-La Mancha, José María Barreda, por su iniciativa de llevar la celebración de este aniversario más allá de las fronteras españolas, y conseguir que también los pueblos latinoamericanos se sumen al reconocimiento del quien ha hecho mucho en pro de la unidad y el entendimiento con nosotros a través de la lengua.

Era necesario que el IV Centenario fructificara en obras perennes, de calado cultural hondo, y que a la vez fuera una ayuda importante para los países en vías de desarrollo. No parecía fácil idear un proyecto que aunara todos estos aspectos igualmente importantes en su simbología y en su realidad, pero el Presidente Barreda lo ha conseguido, y es de justicia reconocerlo.

Hace pocas semanas, se inauguraba en Santa Ana, El Salvador, en el campus de la Universidad Católica de Occidente, la Biblioteca Pública Miguel de Cervantes, financiada por la Empresa Pública creada por Barreda para coordinar todos los actos conmemorativos. La biblioteca fue inaugurada por el Presidente de la República, D. Antonio Elías Saca, con asistencia de la Vicepresidenta del país, varios ministros, autoridades eclesiásticas, una comitiva numerosa del Gobierno de Castilla-La Mancha, encabezada por Barreda y con la asistencia de numeroso público.

Es necesario agradecer el esfuerzo económico por llevar esta construcción hasta su término, y el apoyo institucional recibido por la Universidad y la Asociación para el Fomento y Desarrollo de Hispanoamérica, coordinadora y promotora de la iniciativa. Era importante que D. Quijote llegara a América Latina, era importante que lo hiciera en el ámbito cultural de la lengua, era importante que los más desfavorecidos también pudieran celebrar con todos la figura de Miguel de Cervantes, y era importante que se tratara de un proyecto que quedara en la memoria. Era importante, y se ha conseguido con creces.
Felicidades a todos los que hicieron posible algo de semejante envergadura, y felicidades a los castellano manchegos, que tienen un Presidente que trabaja por encima de prejuicios tontos, y procura servir a los ciudadanos que le eligieron como ellos quieren ser servidos.

En la Biblioteca Pública Miguel de Cervantes campea la bandera de Castilla-La Mancha, una placa recuerda los motivos, y una escultura en bronce de D. Quijote preside la que es, sin duda, una de las acciones más sobresalientes de la conmemoración del IV Centenario de la mayor obra literaria escrita en castellano, que lleva cuatrocientos años de vigencia, y que es la más leída en el mundo entero después de la Biblia.

 

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