Este verano hemos vivido un interés inesperado por las elecciones en la Comunidad de Madrid, tema que tan sólo un mes antes no ocasionaba la más pequeña de las notas informativas en los medios de comunicación. La celebración de primarias en el Partido Socialista de Madrid para elegir candidato a presidir la Comunidad ha supuesto un revulsivo en la atención que los madrileños prestaban a este proceso electoral, que se daba por decidido.
Esta recién despertada curiosidad en un público, que parecía ajeno a las elecciones, permite deducir que los ciudadanos no están realmente tan alejados de la política, y se acercan a ella con interés cuando es la política la que baja al ruedo, y se presenta ante los ciudadanos. Aunque en este caso el resultado de la decisión está en manos únicamente de los militantes del Partido Socialista, son muchos los madrileños ‘de a pie’ que opinan, y los que atienden y se motivan por las posiciones y las propuestas de cada candidato, manteniendo por una vez el interés en la política en niveles que hace tiempo no recordábamos en esta región.
Personalmente me he implicado en la decisión sobre quién puede representar mejor a los socialistas madrileños en las elecciones, como parte de mi compromiso con una opción de progreso para Madrid. A mi modo de ver, Trinidad Jiménez es la candidata ideal para hacer frente en votos a Esperanza Aguirre, y luego poder plasmar esas políticas que hacen falta en nuestra Comunidad. Y espero que sea ella la futura presidenta de la Comunidad, para bien de los madrileños.
Todas las encuestas dicen que gran parte de los habitantes de nuestra Comunidad no están conformes con la forma de Gobierno de Esperanza Aguirre. La pésima gestión del Gobierno de la Comunidad se empieza a notar por la ciudadanía, y la reclamación de un cambio en su orientación ya es evidente. El deterioro en la calidad de la Educación y de la Sanidad, especialmente, pero en general de todos los servicios públicos, causa disgusto y preocupación a muchos madrileños. El escaso impulso mantenido en Madrid para la aplicación de la Ley de Dependencia es un ejemplo de cómo puede afectar a los ciudadanos la dejadez de nuestras instituciones. La multiplicación de los casos de corrupción que afectan a la Comunidad de Madrid, y la suave respuesta que se origina contra ellos, también afecta negativamente a la imagen de Esperanza Aguirre, aunque sus reacciones repercutan en las de todas las instituciones. El paro y la crisis económica están afectando mucho más a nuestra comunidad que a otras; mientras, desde el Gobierno Regional, no se toman medidas activas de empleo y se limitan a mirar para otro lado y señalar a otros como responsables de la situación, no asumiendo, siquiera un poco, sus competencias y capacidad de actuación.
No decidimos por tanto los socialistas madrileños sobre qué cara vamos a presentar en el cartel en el mes de mayo, sino sobre las posibilidades reales de presentar un cartel con perspectivas ganadoras, y de cambiar a mejor las políticas que se desarrollan en Madrid. El objetivo no es rellenar la lista, sino hacer posible un cambio de Gobierno en Madrid. Más que un deseo, lo considero una responsabilidad que tenemos todos aquellos que imaginamos un Madrid de progreso y más cercano.
