Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Salidas negociadas

El Referéndum sobre el Brexit en Reino Unido nos ha puesto en alerta sobre una realidad que se ha instalado en nuestra sociedad. Vivimos un momento de extremismos, del “todo o nada”, “conmigo o contra mí”. La política española es un caso extremo de extremismo. Hemos estado a punto de tener que repetir por tercera vez unas elecciones que, nos guste o no, habían dado en dos ocasiones un resultado bastante claro que todo apuntaba a que se iba a renovar. Un hecho basado en la incapacidad para intentar acuerdos, para iniciar negociaciones. Incluso de jactarse de estar cerrado a ningún tipo de conversación, aunque esta cerrazón lleve a una situación de bloqueo como la que hemos vivido.

Intentando popularizar la Política,tratamos de “democratizar” ensalzando el referéndum como sumun de la participación. Sin embargo, no nos damos cuenta de que el referéndum es, en sí mismo, la antítesis de la Política, si por Política entendemos el acuerdo, la flexibilidad y la capacidad para comprender las razones del otro, se compartan o no. Posicionarse en una elección a un “SÍ” o un “NO” implica obviar cualquier tipo de condicionamiento sobre tu decisión. Pero sobre todo, implica que quien se posiciona en sentido contrario se sitúa como enemigo, puesto que no hay posibilidad de acercamiento de posturas o de tonalidades intermedias entre extremos.

El auge de las redes sociales contribuye a esta visión del mundo. Hasta ahora nos relacionábamos con la gente cercana a nosotros físicamente y, aunque elegimos con quién hablamos, había una gran variedad de contactos diarios. Tenías trato con personas de diversas opiniones y escuchabas sus puntos de vista. Las redes te permiten elegir con quién tienes contacto. Todos, de manera más o menos consciente, preferimos tratar con los que dicen lo que nos gusta oír, con aquellos que tienen una visión lo más parecida posible a la nuestra. Y nuestro mundo de contactos va alimentando nuestra posición, que se hace cada vez más rígida, pues sólo escuchamos opiniones parecidas a la nuestra. Y a la vez damos a lo visto en las redes un estatus de encuesta, a pesar del enorme sesgo en la selección de encuestados. Y asumimos que nuestra postura es ampliamente mayoritaria.

Buen ejemplo ha sido la propuesta de quitar la misa dominical de TVE. Hay quien no se ha dado cuenta que en España no todo el mundo piensa igual. A pesar de que todos reconozcamos que la vida está llena de matices, y que nada es blanco o negro, parece que nos encontramos cómodos en esas situaciones de SÍ o NO. Si esto es la Nueva Política, está claro que yo pertenezco a la Vieja Política. Pero como todo, con muchos matices.

Loading

Loading

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

el distrito tv

Últimas Noticias

Scroll al inicio