“Madrid tiene muchos rincones con un encanto especial como éste y la pena es que la mayoría de los madrileños lo desconocen”. Así comienza Jesús Varela, presidente de la Asociación de Vecinos ¡Alerta Cerrillo de San Blas!, su defensa al barrio donde lleva viviendo toda la vida.
En el pasado Pleno del distrito, el Consejo Territorial presentó una propuesta en la que se pedía que el barrio del Cerrillo de San Blas fuera catalogado como espacio con encanto e interés turístico. Una propuesta que contó con el apoyo de todos los grupos políticos, por lo que se pasará al Área de Urbanismo, encargada de estos asuntos.
Esta A.V. se unió, hace aproximadamente 8 años, en un intento de evitar lo que pensaban que era irremediable: “decían que iban a eliminar muchas de las viviendas del barrio, dentro de los planes del Eje Prado-Recoletos, para poder ampliar el Parque de El Retiro por la zona sur -ha explicado a EL DISTRITO Jesús Varela- por eso nos unimos, para luchar por nuestras viviendas y nuestro barrio”.
Finalmente, los planes se cambiaron, por lo que las viviendas no corrían peligro. Pero la labor de los vecinos ha seguido, ahora para que sea reconocido su valor histórico y turístico.
El nombre de este barrio deriva de que parte de esta zona coincidía con la ladera sur de un alto situado en el llamado Campo de San Blas, donde se ubicaba una ermita dedicada a este santo -actual emplazamiento del Observatorio Astronómico-.
Dentro del barrio, o en los límites del mismo, se encuentran edificios con historia, como el Panteón de Hombres Ilustres, la Real Basílica de Atocha, la Real Fábrica de Tapices o el Museo Etnológico. En el informe realizado por los Servicios Técnicos de la Junta Municipal con el que se justifica la petición de esta catalogación, se describe la zona como “muy heterogénea”, debido a su gran variedad de tipologías arquitectónicas. La mayoría son viviendas de dos alturas, o viviendas adosadas, que dan la imagen de un pequeño pueblo. “Nos explicaron que tenían que eliminar las viviendas, y que construirían pisos de 4 alturas, algo a lo que nos negábamos, porque se perdería el encanto de la zona”, explica Jesús Varela.
Para esta A.V., son dos los objetivos de la consecución de esta catalogación. Llamar la atención sobre estos lugares “con solera”, de los que existen muchos en Madrid, para que los cuiden y conserven. Por otro lado, conseguir más protección para sus viviendas, para que no vuelvan a ser amenazadas.
La A.V. ha escrito un libro sobre la historia del barrio, un paso más en su ‘lucha’; ahora la decisión está en manos del Área de Urbanismo.
