El parque del Retiro es unos de los focos más conocidos de venta de droga. Pequeños traficantes pasean por algunas zonas del parque, sobre todo por las calles próximas al estanque. Esa droga es suministrada por grandes clanes organizados, que destinan parte de su mercancía a esos traficantes del Retiro. Estos últimos, ya en el parque, se organizan de forma que cuando llegue la Policía, alguno de ellos dé la voz de alarma, el “agua”, como se conoce en este gremio.
A veces, incluso utilizan los tambores, cambiando de forma de tocar cuando se acerca alguna patrulla, o tienen compinches en las puertas cercanas para avisar rápidamente.
A pesar de estas dificultades que ponen los propios traficantes, la Policía Judicial del distrito ha conseguido dar un duro golpe a las mafias de la droga.
Desde el inicio del mes de junio, tres clanes dedicados a la venta de droga han sido detenidos. Son los que suministran la droga a los pequeños traficantes presentes a diario en el parque, un grupo de aproximadamente 15 africanos que se dedican sobre todo a vender bellotas de hachís.
Fases de la operación policial
La primera fase de la operación, que terminó hace unos días con un total de 9 detenidos, culminó el pasado 6 de junio, con la detención de otras 4 personas. Este final se produjo después de varios seguimientos por parte de la Policía, en los que se comprobó cómo los pequeños traficantes acudían a un mismo punto a conseguir la droga.
Así, fueron pillados in fraganti pasando un kilo de hachís. Era un grupo de cuatro hermanos de origen marroquí, que tenían un piso en el distrito de San Blas, donde la Policía encontró 1,6 kilos de hachís en tabletas, así como 3.300 euros en metálico y aparatos de pesaje y corte.
Los detenidos fueron Houssein El M., de 28 años, sus hermanos Friky y Hassan y un menor de edad. Todos menos el menor, con antecedentes por tráfico de estupefacientes.
Eliminado este clan, rápidamente surgieron sustitutos para ocupar su lugar, que fueron detenidos una semana después, el 18 de junio. En este caso eran 2 ciudadanos rusos, a los que se les intervinieron 3 kilos de hachís, y tras conseguir la orden de registro a su vivienda, encontraron en ella 500 gramos más de esta droga. Se trataba de Vladimir K., de 20 años, sin antecedentes policiales, y Dani L., de 22, el cual utilizaba una identidad falsa, ya que contaba con una detención por un delito contra los trabajadores.
La última fase de esta importante operación policial llegó tras el continuo trabajo de los agentes del Retiro, que seguían vigilando, esperando a que otro grupo llegara a sustituir a los detenidos.
Y así fue, finalmente, el fin de semana del 28 de junio, fueron detenidos 3 ciudadanos de Guinea Bissau que portaban documentación portuguesa y un kilo de cocaína. En el registro de su domicilio encontraron 400 gramos más de esta sustancia, así como dos básculas de precisión.
