El título de la talla en bronce, firmada por Alicia Huertas, refleja su fin: perpetuar en la memoria de los madrileños la figura del que fuera Alcalde Honorario de El Retiro y uno de los artistas más ligados a la ciudad y que mejor la ha retratado, Antonio Mingote. Desde hoy, el monumento inaugurado por la alcaldesa, Ana Botella, en compañía de la esposa del artista fallecido en 2012, Isabel Vigiola, es un homenaje permanente a, quien en palabras de Botella, fue “un hombre bueno y bondadoso, a una persona a la que le movían la ternura y la amistad, que para él era la mayor riqueza del hombre: Antonio Mingote”.
Tras la muerte del polifacético artista –dibujante, académico, escritor y periodista– el Ayuntamiento convocó un concurso, en el que pedía además que las obras presentadas tuvieran en cuenta los valores histórico-artísticos y ambientales del parque. El Ayuntamiento cedía el espacio donde ubicarlo, en pleno “territorio Mingote”, como lo ha calificado Botella, y se encargará de su mantenimiento, aunque la financiación ha sido totalmente privada. En este punto, la alcaldesa agradeció a la patrocinadora de la escultura, Concha Mira, “su labor de mecenas por respaldar este homenaje a Mingote desde su admiración hacia el maestro”.
La ganadora del concurso fue Alicia Huertas, artista con más de veinte años de trayectoria, licenciada en Escultura con Medalla de Honor, especializada en la figura y el rostro humano, y que conoció en vida a Antonio Mingote.
El acto de hoy ha tenido además una nota especialmente emotiva. La Banda Sinfónica Municipal ha interpretado las partituras cedidas por José Félix Tallada, director de la “Coral Darocense Ángel Mingote”, firmadas por el padre del artista.
El Retiro, territorio Mingote
Aunque nacido en Sitges y criado entre Calatayud, Daroca y Teruel, Mingote fue un “madrileño ejemplar, de vocación, convicción y devoción, que dio e hizo mucho por Madrid”, constató la alcaldesa. La ciudad fue “un género artístico y literario para él”, un telón de fondo de bastantes de los más de 100.000 dibujos que hizo desde La Codorniz a ABC, “su casa durante casi seis décadas”. De entre todos y sobre todos los escenarios de la ciudad, uno, El Retiro. “Todos los días, ya lloviese o nevase, ya hiciera calor o frío, Antonio Mingote salía a pasear por el Retiro”, recordó.
Su vinculación al histórico parque quedó expresa en la Historia del Retiro centímetro a centímetro, libro aún sin publicar. “Admiraba –subrayó Botella– la ‘personalidad’ de cada trozo del Retiro: desde el parterre francés a la parte romántica de Alfonso XII. De los jardines de Don Cecilio Rodríguez, que para él era la geometría pura, al estanque, lo más madrileño y popular, a su juicio. Del Cerro de los gatos al ‘palacete pequeñito de Carlos III’”.
Su amor por el parque llegó al extremo de que, al preguntarle un día por sus ambiciones políticas, la respuesta fue clara: ser alcalde del Retiro. “Enterado de su deseo, el entonces alcalde Enrique Tierno Galván le concedió una vara de Alcalde Honorario” recordó la alcaldesa.
En esa estrecha relación artista-ciudad está el origen de la serie de reconocimientos madrileños que ostentaba Mingote. Estaba en posesión de la Medalla de Oro del Ayuntamiento de Madrid, concedida en 1995 y la Medalla de Oro de la Comunidad de Madrid en 2010. Y hace apenas unos meses, la alcaldesa descubrió un placa en la que fuera la casa familiar de los Mingote./
