Las polémicas obras de la M-30 llegan ya a su recta final. En ese proyecto, el más ambicioso de toda la legislatura, uno de los hitos principales fue la apertura al tráfico del túnel norte del by-pass sur el pasado 23 de marzo. La nueva infraestructura, de tres carriles, arranca en la M-30 a la altura de Conde de Casal, y finaliza en el tronco central de la vía de circunvalación con el Paseo de Santa María de la Cabeza. A los 4,2 kms del citado tramo -el mayor túnel urbano de Europa-, hay que sumar los 2,1 kilómetros de la prolongación hasta el Vicente Calderón, así como el acceso subterráneo desde la A-3, con una longitud de 1,2 kms. La inauguración contó con la presencia de la presidenta regional, Esperanza Aguirre, y del alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón, quien, frente al pesimismo crítico, reivindicó la que es hoy “una fecunda realidad al servicio de los madrileños”.
Una obra necesaria
El arco sur era un ‘punto negro’ en todos los aspectos: movilidad, seguridad, medio ambiente. “Durante décadas -afirmó el alcalde- esta zona ha presentado los mayores problemas de movilidad de todo Madrid, generando no sólo fuertes retenciones sino también una gran contaminación acústica y atmosférica. Había que diseñar un trazado subterráneo alternativo incluso a la propia M-30 reformada”. Esta alternativa consta de dos túneles gemelos, y el primero de ellos -el norte- se ha concluido antes de tiempo gracias a Dulcinea, la mayor tuneladora del mundo. Un gran atajo urbano que ahorra a los conductores 1,5 kilómetros respecto a la superficie y del que se beneficiarán 650.000 vecinos de Retiro, Arganzuela, Puente de Vallecas y Usera, que eran quienes padecían las retenciones. De la media hora que empleaban los 80.000 conductores diarios, ahora pasarán a emplear cuatro minutos.
Medio ambiente y seguridad
Además del ahorro de tiempo y de espacio, el túnel ahorra a los conductores combustible, ruido y contaminación, pues los sistemas de filtrado evitan la emisión del 90% de las partículas contaminantes. Por otro lado, la reducción del tráfico en superficie, la eliminación de tramos de gran accidentalidad y de trenzados y la incorporación de tecnologías de vanguardia -cámaras, altavoces, bocas de incendio, salidas de emergencia, etc.-, reducirán la siniestralidad. La Asociación de Vecinos Nudo Sur ha denunciado sin embargo que los sistemas de ventilación y filtrado no están acabados y que el alcalde ha buscado el rédito electoral adelantando la apertura sin garantías para la salud.
