La Policía Municipal tiene una nueva ‘casa’. Se trata de unos módulos prefabricados, situados en el Paseo de Cocheras, en los que trabajan 200 agentes que han sido trasladados allí tras abandonar el sótano de la Junta Municipal, en la Avenida Ciudad de Barcelona. Estos módulos, que alojaban antes a los mayores del Centro Pérez Galdós no cumplen, según CC.OO. con las normas de seguridad necesarias para ser utilizados como lugar de trabajo, ya que están “a tan sólo unos metros de las catenarias ferroviarias”.
También desde el Partido Socialista han surgido críticas a esta nueva localización. Así, una de las propuestas de este partido en el Pleno del distrito ha sido la petición de pasar al Área de Seguridad y Movilidad la preocupación sobre la seguridad de estos trabajadores.
Además del riesgo de trabajar a diario junto a la red de alto voltaje y convivir con los ruidos provocados por el tránsito de trenes, el vocal socialista de urbanismo destacó que estos módulos son peligrosos “ante posibles atentados terroristas. No son el sitio más adecuado, no están preparados para una situación así”.
Desde el Partido Popular se pidió que no se alarmara a los vecinos con estas ideas, ya que “cuando se hace algo, se piensa en la seguridad”. Al fin, la propuesta fue rechazada, pero el concejal aceptó visitar los módulos para comprobar la seguridad.
Sólo una calle de evacuación
Por su parte Ángeles Álvarez, concejal portavoz socialista, afirmó a la salida del Pleno que se encontraba “escandalizada por el rechazo de una propuesta así, que opta por la prevención de un grave problema”. Álvarez cree que la nueva ubicación de la unidad de Policía no es segura ni para los usuarios ni para los propios trabajadores, y destacó la existencia de “una sóla calle de evacuación para emergencias, razón, entre otras, por la que me parece escandaloso que rechacen la propuesta alegremente, sin ni siquiera haber querido ver otras líneas de seguridad”.
