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El Camino Español: la hazaña logística que asombró al Mundo.

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"La mejor logística del mundo, la oficialidad más avezada, la tropa más experimentada, los mejores ingenieros de campo,,fueron movilizados por Felipe II para crear una dinámica circulación de hombres y pertrechos a lo largo de los mil kilómetros que partiendo de Milán concluían en Bruselas".
 
La ruta marítima, que hubiera parecido la más rápida, fue desechada a consecuencia del mal tiempo que reinaba con frecuencia en el Canal de la Mancha y de la enemistad de Inglaterra y Francia. El monarca español tuvo pues que buscar una vía alternativa, por lo que habilitó un corredor militar y logístico desde Milán hasta Bruselas, pasando por territorios que estaban bajo su poder o el de sus aliados.Por todo esto se decidió que la ruta terrestre, aunque más larga, sería la más segura, ya que los Tercios pasarían por los territorios de la Corona y por otros territorios influenciables por esta, (los hombres a pie podía hacer la distancia de 23 kilómetros diarios, mientras que en barco con el viento favorable se hacían unos 200). La distancia que separaba a las tropas españolas de Flandes eran unos 1.000 kilómetros aproximadamente desde Génova, más los sumados desde los puerto de Barcelona o Alicante , hacían 3.950 kilómetros en total.Precisamente, en el puerto alicantino embarcaría Miguel de Cervantes para combatir en los Tercios, al oropel de cuyas glorias castrenses acudieron dos colegas suyos de pluma, también egregios literatos: Félix Lope de Vega y Pedro Calderón de la Barca, que llevaron a sus versos su afección por aquellas unidades de arcabuceros, piqueros, alféreces y mosqueteros tan temidos por su bravura como respetados por su serenidad en el combate. Así, el clérigo y dramaturgo madrileño escribiría: “Porque aquí / a lo que sospecho / no adorna el vestido el pecho /, que el pecho adorna el vestido”.
 
La ruta del camino español fue utilizada por primera vez en 1567 por el duque de Alba en su viaje a los Países Bajos, y el último ejército español en circular por él lo hizo en 1622. La ruta principal comenzaba en el Milanesado, después de cruzar los Alpes por Saboya, pasaban el Franco Condado, Lorena, Luxemburgo,el Obispado de Lieja y Flandes hasta llegar a Bruselas.
 
Una segunda ruta del camino español comenzó a utilizarse después de 1622 (debido a la alianza del duque de Saboya con Francia). Esta ruta partía de Milán y pasaba por los valles suizos de Engadina y Valtelina hasta el Tirol. De ahí bordeaba el sur de Alemania, cruzaba el río Rin en Alsacia y llegaba a los Países bajos por Lorena.
 
Unidades militares de intervención aseguraron la hegemonía hispana en el mundo
 
Los tercios no fueron solo españoles, sino además, italianos, valones, alemanes, suizos, irlandeses, incluso franceses y británicos, alistados en los tercios permanentes o “de ocasión”, movilizados por España en Europa, con destino término en Bruselas, viaje en el que el comandado por el tercer Duque de Alba, al frente de 10.000 hombres y más de un millar de caballos, emplearía 56 días, entre junio y agosto de 1567, a una media de 20 kilómetros diarios. Se dio el caso de un Tercio que empleó tan solo 32 jornadas, en pleno invierno: es preciso recordar que los tercios llegados de España debían atravesar los pasos del Simplón, de San Gotardo, en el corazón de los Alpes suizos, o bien posteriormente el Spluga, en el Alto Tirol, batidos por temporales que dejaban nieves perpetuas.
 
Pero el camino no solo se componía de la calzada por donde debían ser guiadas las tropas hasta su destino, sino que era necesaria las paradas para el descanso y abastecimiento. Los españoles se sirvieron de las etapés o sistema de abastecimiento que usaron los franceses en sus pasos de tropas desde Francia hasta los estados italianos, y una vez retirados los franceses en 1559 de las posesiones italianas, estos quedaron intactos y en uso, por lo que las tropas españolas se sirvieron de ellas. Pero estos centros de abastecimientos no llegaban hasta Bruselas, por lo que el Duque de Alba tuvo que implantar otros más adelante para poder asegurar la llegada de las tropas en sucesivos años. 
 
Para realizar el "camino español" era también necesaria la ayuda de un comisario especial, que se encargaba de ir desde Bruselas a el Milanesado, para acordar con Saboya, Franco Condado, Lorena y Luxemburgo cual sería la vía por la que los españoles pasarían, los alojamientos, los víveres y el precio de todo el montante. Cada compañía necesitaba entre 20 y 40 mulas que transportaban entre 200 y 400  para los pasos alpinos, y de dos a cuatro carretas para los pasos llanos.
 
La mayor parte del ejército de Flandes se desplazó utilizando el camino español, realizando una hazaña logística asombrosa para su tiempo. 

 

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