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¿Por qué el indigenismo totalitario quiere exterminar la cultura hispánica?

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Unos desconocidos decapitaron la estatua de San Junípero Serra en la misión de Santa Bárbara, California, ataques en serie contras las estatuas de Colón en Estados Unidos, blindan las estatuas a Colón ante la oleada de ataques por el 12 de Octubre, Los Ángeles cancela el Día de Colón, el 15-M organiza una marcha el 12-O contra el Día de la Hispanidad. Esto es un resumen de prensa de los últimos meses donde queda claro que los resentidos sociales están dispuestos a destruir por las bravas la civilización hispánica y mientras los hispanoamericanos y los españoles no hacemos nada.

Partiendo de la premisa de que para todo totalitario la tierra no gira alrededor   del sol sino entorno a su ideología endemoniada, vamos a desmontar una a una las grandes mentiras del indigenismo paniaguado radical. 
 

¿Fue el doce de octubre de 1492 el inicio del mayor genocidio de la Historia? 

Evidentemente no. El 12 de octubre de 1492 comienza la mayor unión  de culturas y de razas de la Historia Universal. La Conquista fue sin duda una hazaña extraordinaria, pero el Descubrimiento de América, del Pacífico y Filipinas es mucho más interesante, porque es algo personal y mutuo, algo tan íntimo como el encuentro, hace cinco siglos, de un español y una india que se aman, y entre besos y caricias engendran la Raza Cósmica que imaginó Vasconcelos. 
 

¿Es verdad lo que afirma el indigenismo extremista que los españoles exterminaron a más de 100 millones de indios? 

No solo es mentira de principio a fin, sino que es una afirmación injuriosa y delictiva. Señores la respuesta a esta calumnia es muy fácil de responder, cómo van a morir 100 millones de personas en América si la población indígena  no pasaba de 13.300.000 habitantes como afirma el venezolano Ángel Rosemblat, un experto en el tema. 

Los resentidos sociales buscan engañar a la opinión pública y manipulan intencionadamente lo que fue un choque microbiano entre europeos e indígenas con un genocidio. Tzvetan Todorov lo expresa de la siguiente manera:

Los españoles no realizaron ningún exterminio directo de esos millones de indios, y no podían hacerlo. Si examinamos las formas que adopta la disminución de la población, vemos que son tres, y que la responsabilidad de los españoles en ellas es inversamente proporcional al número de víctimas que produce cada una:
 

  1. Por las guerras o fuera de ellas: número elevado, aunque relativamente bajo; responsabilidad directa ( 1% de las muertes).
  2. Como consecuencia de los trabajos: número más elevado; responsabilidad (apenas) menos directa. (2% de las muertes). 
  3. Por enfermedades, debido al “choque microbiano”: la mayor parte de la las defunciones ( 97,5% de las muertes); ninguna responsabilidad. C) 
     

No existe ningún documento de la corona española que ordenara el exterminio de los indios, sin embargo si existen numerosas leyes que le protegían del hombre blanco. La legislación española para la protección de los indígenas no solo fue la más avanzada de la época sino que formaría la base de los futuros derechos del hombre. 

El testamento de Isabel la Católica considera súbditos y no esclavos a los indios del Nuevo Mundo. Las Leyes de Burgos de 1512 o las Leyes Nuevas de 1542 se decretaron para proteger a los indios de los excesos del hombre blanco y del mestizo. Por todo lo anterior, no es de extrañar que los indígenas lucharán a favor de España en las guerras de emancipación hispanoamericana para mantener sus fueros. Una vez que marcharon los españoles de América, las nuevas clases dominantes derogaron todos los privilegios a los indígenas y desde entonces no levantan cabeza.

¿Quién maneja los hilos de este indigenismo totalitario que quiere destruir la cultura hispánica? 
Evidentemente no son los indígenas ni sus líderes, quienes son unos meros títeres en manos de un ente superior. El indigenismo es un invento europeo, una distracción que trabaja en estos instantes para intereses muy determinados, no precisamente de los indígenas, aunque hay muchos paniaguados que viven de ello y actúan como fieles lacayos por unas monedas.

 

¿Que es lo que pretenden los amos de estos indigenistas paniaguados?

Lo primero de todo es limpiar la propia reputación acusando a otro. Mientras se hable falsamente del exterminio de indios por parte de los españoles, no se hablará nunca del verdadero genocidio que cometieron los anglosajones en Norteamérica, Australia, Nueva Zelanda … 

A diferencia del anglosajón el español se mezcló y formó un Nuevo Mundo donde el indio, el blanco y el negro se fundieron en una nueva raza: el mestizo.Y para demostrar dicha información pondremos como ejemplo Méjico donde el 60% de la población es mestiza, el 30% es indígena y solo 10% es blanca. Mientras que en los Estados Unidos de América los indígenas fueron exterminados por los anglosajones y solo representan el 0,5% de la población.

Según el presidente norteamericano Theodore Roosevelt, los españoles, con la transmisión de su sangre, de su vida y de su fe implantaron en nuestro suelo una civilización muy distinta a la de otros pueblos conquistadores. Más humanitaria que la que mata y esclaviza razas como hicieron los franceses, los ingleses y nosotros mismos con los indios en Norteamérica.

Lo segundo, la lucha fratricida de dos grandes civilizaciones. En los últimos 500 años el mundo ha estado dominado por dos grandes civilizaciones, la hispánica y la anglosajona. En estos momentos la civilización hispánica por medio de la inmigración máxima hacia los EE.UU se ha convertido en toda una amenaza para la casta dominante anglosajona. ¿ Se imaginan unos Estados Unidos de América dominado por los hispanos? Pero para que todo esto no suceda, existe un plan para atomizar la identidad de todos los hispanoamericanos con el único fin de que estos rechacen sus raíces hispanas y de esta manera manejar a su antojo a un pueblo huérfano. Inculcando odio hacia lo propio disuelven como un azucarillo en el agua cualquier unión política de los hispanos de un lado y otro del Atlántico. Y mientras todo esto sucede, la indiferencia de nuestras autoridades es bochornosa. 

Y por último, para entender lo que está pasando no hay que olvidarse del neocomunismo que invade Hispanoamérica por medio de sangrientas dictaduras y que necesita un enemigo externo para poder justificar sus fechorías y su inmundicia moral. 

El neocomunismo cuenta a un pueblo frustrado que vive entre la miseria y la cochambre, no porque sus políticas sean nefastas, si no porque hace 500 años vinieron los españoles y esclavizaron a sus ancestros. Utilizarán estas patrañas un millón de veces  para engañar, manipular y envenenar a una ciudadanía  hambrienta e ignorante que creerá a pies juntillas que la culpa de sus males es causada por españoles y no consecuencia de sus miserables gobernantes. 

En definitiva, tanto unos como otros atacan de forma despiadada a la cultura hispánica sin que nadie responda ni conteste a sus mentiras porque nuestros enemigos  saben que pueden hacerlo sin peligro. Ante tanta infamia y odio, solo nos queda reaccionar como civilización y como hispanos. El cerrar los ojos no solo nos traerá como consecuencias la llegada de ideologías destructivas sino la pérdida de nuestro propio ser y de nuestros orígenes. Y recuerden que un pueblo que reniega de su pasado es un pueblo sin presente y sin futuro.

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