La tienda de decoración que el grupo Becara tiene en la calle Juan Bravo ha vuelto a abrir sus puertas al público. El motivo de su clausura fue una orden judicial que obligaba al cese de la actividad de la tienda hasta que tuviera las licencias en regla. Al parecer, y según unos vecinos de la misma calle que lo pusieron de manifiesto ante un juez, el comercio contaba con una serie de irregularidades cometidas supuestamente por responsables de la Gerencia Municipal de Urbanismo a la hora de tramitar sus licencias. Hoy, cinco meses después, retoma su actividad más fuerte que nunca, asegurando que han subsanado las deficiencias administrativas relativas a las licencias de apertura del local.