Según contó a este periódico una de las vecinas del número 2 de la calle Antonia Mercé, justo enfrente del Palacio de los Deportes, los inquilinos de este bloque “están viviendo una auténtica pesadilla”. Llevan sin conciliar el sueño correctamente dos años. Desde que este recinto instalara los extractores de su garaje en la calle a la que dan las ventanas de este edificio; pues al parecer antes se encontraban situados en otro lugar. Cada madrugada se ponen en funcionamiento, y el ruido ensordecedor que desprenden provoca el insomnio de numerosos vecinos.
A este problema se suma el continuo paso de camiones que, por sus dimensiones y carga, también contribuyen a incrementar la contaminación acústica que aseguran estar sufriendo.
Protestas oficiales
Al parecer, ya han manifestado su malestar ante la Junta de Distrito, derivándoles esta a la Policía Municipal que, en estos días acudirá a realizar una medición acústica. Por su parte, el Equipo de Gobierno municipal asegura estar pendiente del asunto. “Ya se han hecho mediciones por parte del Área de Medio Ambiente, pero hay que continuar trabajando en ello”. Y es que, al parecer, el Palacio de los Deportes tiene tres estados susceptibles de examen: el del funcionamiento normal en un día de actividad cotidiano; el de reposo absoluto; y el del momento en que los extractores se ponen en funcionamiento.
Las dos primeras situaciones ya han pasado el examen, y la conclusión es que no superan el máximo permitido, por lo que no se está cometiendo ninguna infracción. Sin embargo, la tercera modalidad, que es precisamente de la que parte la queja vecinal, es la que falta por medir. Y es en estos días cuando, a través de un sonómetro, se realizará la prueba. Mientras tanto, los vecinos continúan con su particular lucha con el Palacio de los Deportes. Aseguran estar “hartos de que aquí se celebre de todo menos deporte. Además todos los espectáculos que proponen son muy molestos”.
