De película. Así es como describían los vecinos de Las Rosas el atraco que cometieron dos individuos en una sucursal bancaria del distrito. En torno a las 8.30 horas, los sujetos entraron en la oficina de La Caixa, ubicada en el número 38 de la calle Aquitania, que acababa de abrir al público. Armados con un cuchillo y una pistola amenazaron a los empleados para que les entregaran el dinero. Momento que aprovechó uno de los trabajadores para hacer sonar la alarma que alertó a la Policía. En cuestión de minutos, dos patrullas de la Comisaría del distrito se personaron en el lugar, justo en el momento en que los asaltantes abandonaban la sucursal tomando -según afirmaron testigos presenciales- a dos empleados como rehenes. Uno de ellos fue liberado enseguida; la otra, directora de la entidad, recorrió 50 metros a punta de pistola. Al parecer, los atracadores habrían tenido la intención de sustraer el vehículo de la mujer, aparcado en la calle Sarre.
Ya solos, continuaron su huída a pie seguidos de cerca por la Policía, que efectuó varios disparos al aire con el fin de intimidar a los asaltantes. Uno de ellos, al verse acorralado, perdió el conocimiento y cayó al suelo, por lo que tuvo que ser atendido por los efectivos del Samur desplazados hasta el lugar. También fue atendida la rehén, por contusiones leves en la rodilla.
Según fuentes de la Jefatura Superior de Policía, tras la detención los agentes se incautaron de 600 euros sustraídos por los ladrones, así como el cuchillo y la pistola que emplearon para amenazar a los empleados de la entidad. Esta última, por cierto, simulada.
En cuanto a los asaltantes, ambos de nacionalidad española, cuentan ya con antecedentes. El más joven, de 39 años, fue arrestado por un delito de tráfico de drogas. Sobre su compañero, de 43 años, recaen 29 detenciones por robo.
Incremento preocupante
Varios vecinos de Las Rosas aseguran que esta no es la primera vez que la entidad bancaria sufre un atraco de estas características. Robos con violencia e intimidación que, por otra parte, se están convirtiendo en sucesos habituales de la crónica madrileña. En tan sólo un mes, los centros comerciales Pleni-lunio, H2Ocio y varias tiendas de Serrano, Coslada e Ikea han sufrido golpes de este tipo. El asunto se trató durante el último Consejo de Gobierno regional donde el portavoz de la Comunidad Ignacio González calificó de “negativo y muy preocupante el incremento desmesurado de los delitos cometidos en la Comunidad de Madrid”. Asimismo, González exigió a Interior que asuma su responsabilidad y reclamó el incremento de los efectivos de Policía Nacional, Guardia Civil e infraestructuras -comisarías- como medida para paliar esta “oleada de delincuencia”.
