Tanto si Madrid se convierte en ciudad olímpica como si no, el distrito de San Blas contará con tres nuevos barrios, que ampliarán la ciudad de Madrid por el Este.
Este nuevo desarrollo urbanístico se levantará sobre 5,73 millones de m2, una superficie algo más grande que la totalidad del distrito Centro.
El barrio del norte, limitado por la Avenida de Arcentales, albergará la Villa Olímpica, con 3.354 viviendas -de las que 2.155 serán protegidas-, hoteles y centros comerciales. En esta zona se instalará también una gran plaza, un lago y zonas verdes, que quedarán como legado al acabar los Juegos para disfrute de todos los vecinos.
En el barrio central, que estará situado entre la Avenida de Arcentales y la prolongación del Paseo de Ginebra, es donde se concentran el mayor número de viviendas. En esta zona se ubicarán también las cocheras de las líneas 2 y 7 de metro.
Por su parte, el barrio sur, ocupará una extensión de 2,23 millones de m2, albergará usos terciarios, con la creación de una gran superficie comercial en torno a la M-40, y un campo de golf.
En esta zona habrá también más de 3.000 viviendas, de las que la mitad serán protegidas.
Unidos por un gran parque
Las zonas verdes tienen una gran importancia en este proyecto. Los tres barrios estarán cruzados de norte a sur por un gran parque de 720.000 m2 al que se unirá una red de ejes verdes transversales que permitirá la conexión de los distintos barrios con el centro de la ciudad y entre sí.
Los barrios estarán comunicados también a través del Anillo Ciclista, que discurre paralelo a la M-40.
Este plan, aprobado ya por la Junta de Gobierno, se someterá próximamente a información pública. Las obras se llevarán a cabo independientemente de la decisión tomada para los Juegos Olímpicos de 2016, pero, como ha afirmado Manuel Cobo, vicealcalde de Madrid, “tener los Juegos Olímpicos permitiría mayor agilidad y mejor financiación; podría haber modificaciones, pero en lo nuclear se desarrollará en los próximos cuatro años”.
