El 72% de los madrileños con edades comprendidas entre los 35 y los 65 años ha tenido dolor articular en el último año. Por sexos, son ellas las que más lo padecen (58%), mientras que en hombres es del 42%. Si bien la mayor parte de la población padece dolor leve (55%), este se define por la capacidad para hacer vida normal, pero sintiendo dolor esporádico asociado a determinados movimientos.
Así lo refleja un estudio sobre salud articular elaborado por Vanir, marca especializada en complementos alimenticios perteneciente al laboratorio estadounidense Opko Health, en colaboración con la Fundación Internacional de la Artrosis (OAFI). De éste se desprende que un 19% de la población madrileña ve bastante afectada su calidad de vida a causa del dolor articular.
Además, cerca del 26% de la población ha visto afectada su vida laboral a causa del dolor articular y declaran un menor rendimiento en el trabajo. En concreto, el 22% declara haber solicitado días libres o baja laboral por ello: un 23% en hombres y un 20% en mujeres. En contraposición, solo un 9% de la población afectada ha tenido que solicitar ayuda o contratar servicios para las tareas domésticas debido a su dolor articular.
“Cada vez vivimos más y, en este sentido, la clave principal es mantener una elevada calidad de vida a lo largo de los años. Damos por hecho que podemos movernos y desplazarnos sin problemas, pero en cuanto empezamos a tener alguna dificultad, como dolor o rigidez en las articulaciones, empezamos a perder calidad de vida”, asegura Elsa Genové, CEO de Vanir.
Las rodillas son las articulaciones que más se resienten (55%), especialmente en hombres (58%), tal y como pone de manifiesto este informe. A ésta le siguen las de la columna vertebral (43%), y las de los pies (19%).
En concreto, este tipo de dolor está estrechamente relacionado con dolencias como la artrosis, una enfermedad que, tal y como alertan desde OAFI, afecta a más de 242 millones de personas de todo el mundo. “Los síntomas de la artrosis suelen ser progresivos y dilatados en el tiempo. En un primer estadio aparece el dolor asociado al movimiento y al esfuerzo al que se somete la articulación, aunque en esta primera fase el dolor cesa con el reposo. En un segundo estadio el agravamiento de la artrosis hace que el dolor aparezca tras el reposo y el ejercicio, por lo que el malestar es más continuado y prácticamente constante”, comenta Josep Vergés, presidente de la Fundación.
