San Blas es, junto con Vicálvaro y Ciudad Lineal, uno de los distritos en los que menos orientadores educativos hay. Estos orientadores, los E.O.E.P, realizan una labor fundamental en la educación de los niños. Algunos alumnos tienen problemas escolares que se les escapan a los maestros; problemas que no les dejan adaptarse al ritmo de los demás y es ahí donde deben actuar los orientadores educativos, en colaboración con los maestros.
El E.O.E.P, es decir, el Equipo de Orientación Educativa y Psicopedagógica se creó con la idea de descubrir esos problemas y atajarlos a tiempo. Estos profesionales son los responsables de la orientación educativa en las etapas de Educación Infantil y Primaria. Desarrollan asesoramiento, apoyo y colaboración con el profesorado para la mejora de la calidad educativa, con especial dedicación a las necesidades especiales de los alumnos.
Su labor es la de prevención, identificar situaciones y circunstancias de riesgo o desventaja de algunos alumnos que, bien por situaciones familiares o porque el propio niño tiene problemas de aprendizaje, no se adaptan al ritmo de la clase. Clases de apoyo y una dedicación especial, son las claves para conseguir una enseñanza de calidad y luchar contra el fracaso escolar.
Desequilibrio de E.O.E.P
Teniendo en cuenta la importancia de la labor de estos educadores, la situación en la que se encuentra el distrito es digna de denuncia. La distribución de los equipos de educadores en Madrid, no se realiza por distritos, como sería lo más lógico, sino que es un equipo el que se encarga de varios distritos a la vez. En nuestro caso, el mismo equipo se encarga de San Blas, Vicálvaro y Ciudad Lineal. Pero este no es el dato fundamental, porque son muchos los distritos que comparten equipo. Lo que tenemos que destacar es que mientras que, por ejemplo, distritos como Moratalaz o Villa de Vallecas, cuentan con un equipo para 31 colegios, o para 41 en el caso de Carabanchel, en el caso de San Blas, el equipo de E.O.E.P se encarga de 82 colegios, datos que no necesitan más explicación.
A esto hay que añadir que los colegios de Las Rosas están saturados, con más de 30 alumnos por clase, debido a la población de este barrio, fundamentalmente de nuevas familias. Así, la atención a los niños se convierte en una misión imposible para estos profesionales.
Mientras que en otros distritos las visitas de los educadores se hace una vez por semana, en los colegios de San Blas sólo se pueden atender los casos urgentes. Esto crea una difícil situación que es la que denuncian los padres, ya que se ven en desventaja con respecto a los demás distritos. La solución, crear más equipos para que la distribución sea más equitativa entre los colegios y la educación de los niños mejor.
