Las cocineras del colegio Ortega y Gasset, en la calle Orense, llamaron a las 6 de la mañana del pasado 29 de noviembre al 112, alarmadas por el fuerte olor a gasoil que expelían varios sumideros del centro. De hecho, un equipo sanitario trasladado al lugar tuvo que atenderlas por intoxicación leve. Mientras, la Policía Municipal y los Bomberos buscaban las causas del derrame, cuyo origen se desconoce. El centro no pudo impartir clases a sus 600 alumnos.