A los pies de los impresionantes rascacielos, que componen el complejo económico y empresarial de Azca, se encuentra una realidad que nada tiene que ver con el nivel y el estatus que denota esta zona de Madrid. La basura y la suciedad campan a sus anchas en los jardines que se encuentran bajo la Torre Picasso. Bolsas, latas, restos de co-mida, colchones y papeleras rebosantes de residuos son los nuevos habitantes de este entorno de alto standing.
Pero esta situación de abandono no es casual. Es la consecuencia de que los trabajadores de mantenimiento de la zona de Azca hayan dejado de realizar sus labores, como protesta ante su inminente despido.
Entre todo este cúmulo de basura de los jardines ha sido levantado un campamento. Una docena de tiendas de campaña dan cobijo, desde hace dieciséis días, a los veinte empleados de la empresa CON-Azca 2, encargada del mantenimiento, limpieza y conservación de esta zona comercial de la capital. Con este asentamiento pretenden demostrar su indignación ante la posible pérdida de su puesto de trabajo. Exigen al Ayuntamiento que no rescinda el convenio, que concluye el 4 de junio, o que mantenga sus puestos de trabajo en la Administración local.
El Consistorio creó en 1999 la entidad urbanística colaboradora de conservación CON-Azca 2, en colaboración con la iniciativa privada. Hasta ahora, unas 60 empresas de la zona financiaban el 52% del presupuesto del proyecto, mientras que el Ayuntamiento de Madrid se implicaba en un 48%.
Futuro incierto
A partir del 4 de junio, coincidiendo con la finalización del contrato, el Consistorio asumirá de forma exclusiva las labores de conservación y limpieza de la zona; por lo que los trabajadores de esta entidad podrían quedarse sin su empleo, después de muchos años. “Se contrataría una nueva empresa y no se reemplearía a los trabajadores que llevan aquí más de veinte años”, explica indignado Óscar González, uno de los delegados de personal de la empresa.
Los trabajadores aseguran que los empresarios de la zona están dispuestos a seguir colaborando económicamente, y creen que el convenio se podría renovar. Pero, al parecer, es el Ayuntamiento quien se niega. En el campamento esta decisión no se concibe: “no entendemos qué se esconde con esta operación. Que el Ayuntamiento quiera pagar el 100% del presupuesto en vez del 48%, cuando tienen una deuda impresionante”. Los ánimos entre los trabajadores van cayendo con el paso de los días, pero continúan con su lucha.
Versión municipal
El Ayuntamiento asegura que el contrato no se rescinde, simplemente se extingue por finalización. Además, se alega que el ERE presentado “es cosa de la empresa”. La Junta Municipal del Distrito de Tetuán, no hace declaraciones al respecto por no tener competencias en este asunto, ya que depende del Área de Obras y Espacios Públicos, presidida por Paz González. Por su parte, la oposición reclama al Ayuntamiento una cláusula de subrogación, para proteger a estos trabajadores al borde del paro.
