El pasado 11 de mayo la calle Bravo Murillo se colapsó de niños dispuestos a disfrutar de las más de cien actividades que la Junta Municipal de Tetuán había dispuesto para ellos. Así, en vez de la visión típica de esta calle colapsada de tráfico, había cuatro zonas en un total de 3,5 kilómetros, dedicadas a divertir a los más pequeños desde las 12.00 de la mañana hasta las 21:15 de la noche. Un simulador virtual, camas elásticas, toboganes, jumpings acrobáticos, un rocódromo hinchable o videoconsolas, hicieron las delicias de los niños que además también pudieron disfrutar de exhibiciones de la unidad de guías caninos de la Policía Nacional, de bomberos y policías municipales y nacionales, y de una actuación estrella a cargo de Los Lunnis.
Objetivo cumplido
Uno de los fines de organizar año tras año y desde 1982 esta fiesta es según dijo la concejala del distrito, Paloma García-Romero, en su presentación en el Ayuntamiento de Madrid el pasado 7 de mayo “que las familias puedan compartir un día de ocio sobretodo en Tetuán que hay tanta inmigración”. Objetivo plenamente cumplido debido a la gran asistencia de público que tiene que ver además con que todas las actividades programadas para este día fueron gratuitas. Por su parte, García-Romero estimó que tras esta celebración había “un gran trabajo organizativo con más de 1.000 personas”, para conseguir “llegar al mayor número de familias madrileñas”.
