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Unos 270.000 usuarios se verán beneficiados con el nuevo intercambiador

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A pesar de haber sufrido un retraso de ocho meses, el día 6 de febrero fue la fecha escogida para la inauguración del nuevo intercambiador de Plaza de Castilla. Los 269.300 madrileños beneficiados celebraron la noticia pues este foco económico y empresarial de la ciudad se verá descongestionado, con más orden y más servicios. La nueva infraestructura cuenta con una superficie de 74.350 m2 distribuidas en tres niveles subterráneos. En ella se dan cobijo 29 dársenas con 40 líneas de autobuses interurbanos, 19 líneas de EMT y 3 líneas de Metro (1,10 y 9). Según los cálculos de Transportes el intercambiador llegará a eliminar 7.000 autobuses de la superficie, además de permitir su conexión directa con la A-1 y la M-607 mediante diversos túneles subterráneos. Y es que, al igual que el intercambiador de Moncloa, estos nuevos equipamientos urbanos van a reducir notablemente el masivo tráfico rodado, además de ofrecer a los usuarios del transporte público un servicio en condiciones inmejorables.

Un nuevo entorno
Aunque estaba previsto que las obras finalizaran en mayo de 2007,  lo cierto es que no ha sido hasta ahora en febrero de 2008 cuando ya se puede disfrutar de él. Su retraso ha sido motivado por la necesidad de adaptar el intercambiador al anillo distribuidor subterráneo de las cuatro torres de la antigua Ciudad Deportiva. Este nuevo entorno que acaba de nacer, hará de Madrid una ciudad moderna, actual y cosmopolita.

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