Ya en abril, la AMPA, Asocia-ción de Padres y Madres de Alumnos del centro, denunció las condiciones en las que tienen que comer sus hijos: alumnos que engullen el almuerzo para dejar el turno a otros, que deberán ceder su sitio a un tercer grupo. Así hasta que los 460 alumnos del centro -los que se han suscrito a este servicio-, tengan el estómago lleno antes de retomar sus clases. Ante tal panorama y tras varias apariciones en los medios de comunicación, la Consejería de E-ducación se comprometió a realizar las obras pertinentes para dar cabida a la totalidad de los alumnos que tienen derecho a esta prestación. Desde la AMPA explican que el inicio de las obras estaba comprometido para el comienzo del verano, con la intención de no interrumpir el curso lectivo. “Encantados estaríamos si empezaran ahora, a pesar del desorden que va a suponer para el centro y la vida escolar. También, tendremos que renunciar a espacios comunes, como el patio de recreo… en fin, todo un desastre por la desi-dia y la dejadez de la Consejería de Educación”, explica Isabel Contre-ras, miembro de la AMPA del centro. Y es que, los padres están preocupados: “este asunto lleva pendiente más del que debiera y aún no le vemos fin”. Hoy, día 8, coincidiendo con la sesión ordinaria del Pleno, se concentrará la delegación de Usera de la FAPA -la mayoría de los colegios e institutos públicos del distrito- a las puertas de la Junta Municipal, para exigir “medidas urgentes que proporcionen la mejora de la educación en nuestros centros”, concluye Contreras.
Desde la Consejería de Educación explican que en su momento se hicieron eco de estas deficiencias. Hoy, las obras están pendientes de adjudicación, se estima que se iniciarán en estos meses y que, al tratarse de una ampliación, no causarán estragos en el buen funcionamiento del centro.
