Los vecinos del barrio de Zofío ya tienen por fin su polideportivo. El pasado 19 de diciembre, la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, y el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, inauguraron el Polideportivo Jesús Rollán, una infraestructura que ha supuesto una inversión por parte de la Comunidad en torno a los 9,2 millones de euros. Se trata de la obra deportiva más emblemática incluida en el Plan Villaverde-Usera, puesto en marcha por Comunidad y Ayuntamiento y para el que destinan 108,18 millones.
Un complejo de vanguardia
El nuevo complejo ha sido bautizado con el nombre de Jesús Rollán, en homenaje al laureado guardameta de waterpolo, referencia del deporte madrileño e internacional. Ocupa una parcela cedida por el Ayuntamiento de 9.335 m2, y se distribuye en dos grandes edificios que albergan un pabellón polideportivo y una sala de piscinas, conectados por una tercera edificación en la que se encuentran los vestuarios y los servicios generales, así como un gran patio central. Está perfectamente equipado y climatizado, y cuenta con la tecnología y los materiales adecuados para hacer del Polideportivo Jesús Rollán un edificio de vanguardia, que combina diseño, funcionalidad y calidad.
Discursos de Aguirre y Gallardón
Aguirre reiteró su compromiso de hacer del deporte “uno de los ejes de la política regional para mejorar la calidad de vida de los madrileños”, y resaltó la importancia de las virtudes que se adquieren en la práctica deportiva y que reivindicó para la política: “El deporte enseña el compromiso personal, el trabajo en equipo, el compañerismo y la amistad, virtudes que deberían estar más presentes en nuestra vida política”. Gallardón, por su parte, ofreció la nueva instalación como ejemplo del “proceso transformador” que está viviendo Madrid, “un crecimiento que no ha producido desequilibrios entre distritos sino que los ha corregido.
Protestas vecinales
El alcalde señaló que el Plan Villaverde-Usera ha contado con el movimiento vecinal, cuya labor crítica, si es constructiva, alabó. Sin embargo, a la entrada, una treintena de miembros de la coordinadora vecinal de Usera dedicaron pitos a los dirigentes “porque vienen a hacerse la foto y tienen abandonado el distrito”. Denunciaban sobre todo el deficiente alumbrado.
