El pasado 30 de abril fue inaugurada la Caja Mágica, con la unión de tres grandes personalidades como son el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre; y el alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón. Esta obra del arquitecto Dominique Perrault simboliza “lo que significa el deporte español”, según Zapatero. Sin embargo, a pesar de ser considerado “un edificio único en el mundo”, no es oro todo lo que reluce. Los vecinos del barrio de San Fermín, aunque no están descontentos con la instalación de esta infraestructura, están “preocupados” por el hecho de que pudiera acoger grandes eventos, que no vayan a repercutir en el barrio”, ha explicado a EL DISTRITO Carlos Zapata de la Asociación de Vecinos del Barrio de San Fermín. Por su parte, estos vecinos han solicitado al Ayuntamiento que la Caja Mágica sea de gestión pública, ya que les gustaría poder utilizar estas instalaciones, por ejemplo “para escuelas de tenis”, ha argumentado Zapata. Por su parte, el Consistorio “aunque no ha respondido a nuestra petición tampoco nos ha negado nada”.
Necesidades del barrio
Las necesidades de los residentes del barrio de San Fermín no pasaban por una Caja Mágica, ya que no fue “una instalación reivindicada por los vecinos”, ha dicho Zapata. Sin embargo, lo que sí fue una demanda de los vecinos fue “la construcción del Parque Lineal del Manzanares, ya que parte del entorno ha quedado ocupado por la Caja Mágica”. Por otro lado, una biblioteca municipal y la creación de talleres de empleo completan las necesidades de la zona.