El grupo escultórico en memoria del escritor y poeta granadino Federico García Lorca (5 de junio 1898-1936), del que se acaba de cumplir el 114 aniversario de su nacimiento, vuelve a presidir en su estado original el centro del popular paseo vallecano que lleva su nombre.
En el pleno ordinario de la Junta Municipal correspondiente al mes de abril, el concejal-presidente del distrito de Villa de Vallecas Manuel Troitiño, se había comprometido a encontrar una solución ante el importante deterioro que presentaba el monumento situado en el centro del bulevar del Paseo Federico García Lorca. Además de encontrarse repleto de pintadas vandálicas, al monumento le faltaban dos placas conmemorativas y dos rosetones con la efigie del poeta que habían sido sustraídas en septiembre de 2011 y denunciadas ante la policía del distrito por el servicio de conservación de monumentos.
El compromiso del Troitiño tuvo su pronto reflejo al actuar los servicios municipales dependientes del Área de las Artes de forma inmediata. En una primera fase se eliminaron todas las pintadas y se encargó una nueva reproducción de las piezas metálicas y efigies sustraídas que, una vez fabricadas en la fundición, han sido colocadas recuperando así el estado original del monumento. El concejal-presidente ha manifestado su satisfacción por la recuperación de un monumento que "desde su instalación ha contribuido significativamente a la construcción de la identidad cultural de un distrito tan singular como Villa de Vallecas".
Monumento a Federico García Lorca
Erigido en 1986 por el Ayuntamiento de Madrid el monumento está acompañado, en varios de los ajardinamientos próximos, por una serie de monolitos y una placa que contienen diversas citas poéticas extraídas de algunas de las obras más célebres del García Lorca.
El grupo escultórico propiamente dicho se levanta sobre un recinto solado de adoquín, con planta en forma de doble hemiciclo de 20,00 x 10,00 m. Está compuesto por una serie de piezas de hormigón, sobre basamentos de cemento y adoquín, concebidas a modo de paneles decorados con bajorrelieves que reproducen diversos dibujos realizados por el poeta granadino (varios de ellos para ilustrar sus propias obras). Cada uno de estos paneles presenta formas y tamaños distintos (algunos alcanzan los 3,00 m de altura y los 6,00 de longitud), aunque en general se caracterizan por mostrar unos perfiles geométricos, angulosos, quebrados y fuertemente aristados.
La disposición de todas las piezas es aparentemente irregular, de tal forma que crean una especie de pequeño laberinto, de apariencia cubista, cuyo recorrido finaliza en el centro, donde está colocado un monolito de basalto negro que contiene en cada cara una efigie metálica en relieve del escritor, además de una inscripción alusiva. Entre los variados dibujos que se representan en los paneles, destaca uno situado en el extremo norte del monumento que reproduce la firma de García Lorca.
