Al grito de “¡Fuera fascistas de nuestros barrios!”, un grupo de unos 25 jóvenes ocupó, el pasado 2 de abril, la Agrupación Socialista de Puente de Vallecas. Era su manera de protestar por los sucesos ocurridos el 28 de marzo durante la manifestación de dos grupos de ultraderecha. En torno a las 18.30 horas hacían su entrada en la sede socialista, ubicada en el número 9 de la calle Concordia, provistos de pancartas, e invitaban a marcharse a los que allí se encontraban. La ocupación se produjo, tal y como afirmó uno de los jóvenes, “de forma totalmente pacífica”. Desde el local socialista, los antifascistas acusaron al PSOE y a la Policía de “complicidad con los grupos neonazis” y, ante las decenas de personas que se acercaban hasta la zona para curiosear, solicitaron la dimisión de la delegada de Gobierno, Soledad Mestre, así como la “absolución de los detenidos” durante los altercados del día 28. Los jóvenes aseguran que el Movimiento Patriota Socialista -de ultraderecha- comenzó, contra todo pronóstico, en Vallecas la manifestación que había convocado días antes. Algo que los jóvenes antifascistas tachan de “provocación en un distrito obrero como Vallecas”.
Por su parte, Mestre salió al paso de las acusaciones aclarando que, para evitar enfrentamientos, desde la Delegación cambiaron el inicio de la marcha convocada por el Movimiento Patriota y fueron estos los que no respetaron el recorrido. Además, negó que tanto Policía, como su departamento, hayan cometido error alguno respecto a la convocatoria o el trascurso de la manifestación; y añadió que, “todo el mundo, siempre que cumpla la ley, tiene derecho a manifestarse donde quiera”.