El concejal socialista Pedro Zerolo considera que la situación límite que vive el asentamiento de El Gallinero, a unos 14 kilómetros del centro de Madrid, es “un drama humanitario” que requiere de un plan de acción social, tal y como han propuesto todos los grupos de la oposición. La medida, que ha sido rechazada por el PP, es para el edil una forma de buscar un “buen final” para este poblado que, a su juicio, representa un “fracaso institucional” del Consistorio. Zerolo sostiene que el Ayuntamiento mantiene una estructura que dispensa una asistencia social “mínima” pero permite “rápidas” demoliciones en la zona, sin autorización judicial.
“No hay servicios básicos, no hay condiciones mínimas de salubridad y no hay futuro para la gente que allí está asentada”, ha expuesto Zerolo. Esta situación requiere, en su opinión, una actuación decidida, coordinada y consensuada. También voluntad política. Y es que, según ha destacado, la historia de El Gallinero forma parte de la historia de Madrid: “Es preciso retrotraerse al verano de 98”. La población gitano-rumana asentada en el poblado ha pasado por los de Malmea, San Roque y, después, por otros como Canteros, desde donde llegaron a El Gallinero.
El edil ha recordado que España ha sido reconocida por sus políticas de integración de su propia realidad gitana y que podría reeditarse con la comunidad gitano-rumana. Al respecto, Zerolo ha señalado que más de 20 ONG que trabajan en el asentamiento ponen de manifiesto los avances en esa integración, con mayor escolarización de menores de 10 años, cartillas de sanidad, planificación familiar, educación para adultos… Sin embargo, la “inversión del Consistorio es mínima: 6.000 euros para más de 90 familias y escaso número de profesionales”, ha concluido.
