GTM 2011

La Feria anual del turismo alemán, en su 37ª edición, se clausuró este año en Colonia con un gran éxito de participación, superando el récord de 2010: más de 600 participantes de 40 países, de los cuales 162 agencias y empresas provenían de ultramar. Más de 100 periodistas internacionales han estado  informando sobre la GTM  y constatado que el destino turístico de Alemania seguirá ocupando un lugar destacado en las preferencias de viajeros de todo el mundo. Según informó Petra Hedorfer, presidenta del Consejo de la Oficina Nacional Alemana de Turismo, en el curso de las online networking tools  los oferentes alemanes y los compradores internacionales fijaron, ya antes de comenzar la Feria, un total de 13.000 entrevistas y se intercambiaron 45.000 mensajes entre expositores y compradores. Así que la plataforma de la Feria brindó una extraordinaria oportunidad para establecer nuevas relaciones, firmar acuerdos, y profundizar contactos.

Colonia, la ciudad de las artes y la cultura
Este año, la GTM, tuvo como sede la ciudad de Colonia. No es ningún juego de palabras si decimos que el ‘agua de colonia’ se inventó efectivamente en esta urbe, la cual tiene mu-chas e interesantes caras que trataré de desvelar al lector. En primer lugar, los dos milenios de historia romana aún se notan en la imagen de la ciudad. Son bien conocidas sus iglesias. Es-pecialmente su impresionante catedral gótica. Una de las más grandes del mundo (se tardó 600 años en construir) e icono de la ciudad.

Por otro lado, la renovada arquitectura de sus numerosos museos atrae cada año a millones de visitantes. Uno de los más afamados internacionalmente es el Museo Ludwig de Arte Moderno con siempre interesantes obras vanguardistas. El Romano-Germano, por su parte, posee una importante colección de reliquias arqueológicas. Y el de Wallraf Richatz o el de Arte Aplicado, con su curiosa muestra de objetos de la vivienda europea, son otros de los más sobresalientes. Asimismo, la afición de los alemanes por golosear no podía dejar de estar representada por el Museo del Chocolate.

Y tantos otros, como el Olímpico o el de Carnaval, que muestra la historia de su famoso festival. Porque una época muy especial para visitar Colonia es durante sus famosos Carnavales. Al grito de Kölle Alaaf, la ciudad se llena de bufones y disfraces por todas las calles. Una algarabía festiva ininterrumpida durante tres días que anuncia que ha comenzado la ‘quinta estación’ del año.
 

Crucero por el Rhin
Colonia está construida a orillas del Rhin. No se puede desaprovechar pues la ocasión de realizar una excursión siguiendo su cauce. O, mejor aún, un crucero fluvial. Esta experiencia resulta emocionante cuando las colinas se asoman a las riberas del río, con sus verdes prados y majestuosas fortalezas, y esos castillos que evocan misterios y antiguas leyendas, mientras estás degustando a bordo una deliciosa cena típicamente alemana. A propósito de su gastronomía, Alemania está recuperando las antiguas recetas caseras de su cocina, un descubrimiento que sorprenderá a todo visitante, sin que olvidemos, claro está, sus tradicionales salchichas con mostaza, acompañadas de la típica cerveza local Kölsch.