Hace unos meses se denunció el desmantelamiento de alumbrado en el barrio de Valdebernardo. Esta propuesta fue llevada en el Pleno de abril por el vocal socialista del distrito, Carlos Torres, que expuso la desaparición de algunas farolas en el barrio. Ahora el problema se traslada a Vicálvaro, más en concreto a la calle Omega, donde uno de los vecinos, Tomás Alonso, de 77 años, denuncia la progresiva desaparición de los bancos. "Se rompen y nos los reponen, hace un año habían cuatro y ahora tan sólo quedan dos", se queja Alonso.
Este problema podría no parecer grave pero para Tomás sí. Su mujer Juana, de 76 años, padece una minusvalía y hace unos meses podían pasear por las tardes en su calle y sentarse posteriormente en un banco. En concreto, se refiere a los que habían en la calle Omega, esquina con calle Titanio y cerca del colegio Carmen Laforet. El ocupar uno de estos bancos se convierte en un juego de las sillas cuando los niños salen del centro escolar y "allí quedaron las huellas de los antiguos bancos, que ven pasar el tiempo sin que nadie se preocupe en reponerlos", añade Tomás Alonso.
Bancos públicos que no se reponen y los que se rompen se esfuman. Es la preocupación de Tomás, que espera que las tardes de paseo en Vicálvaro con su esposa, vuelvan a ser lo que eran.
