Un bar de Vicálvaro queda reducido a cenizas después de un auténtico infierno. Es la resaca de la pesadilla que sufre José tras padecer un brutal atraco y que quemaran el negocio del que es encargado, El Rincón de Carla, ubicado en la zona posterior al número 15 del Paseo de Artilleros.
El pasado 12 de agosto, José se dirigió al bar a las seis y media de la mañana, un poco antes de lo habitual, porque había olvidado un pedido. Tras bajar la persiana y dejar un espacio abierto para recibir a los proveedores, dos personas aún no identificadas entraron, le dieron un golpe en la cabeza y no recuerda más. Los asaltantes lo tenían claro, fueron a por el dinero del alquiler del local, unos cientos de euros, que el encargado dejó sobre el mostrador. No rompieron nada, se dieron a la fuga y se desató un fuego, de origen desconocido.
“Valentía” del policía
José dispuso del tiempo suficiente para apretar la alarma antes de quedar inconsciente boca arriba en el suelo. Las llamas se extendían por el bar y un vecino alertó a la Policía Nacional, desplazada al lugar, tras reconocer el coche del encargado frente al establecimiento. “Fueron a hacer daño y tragó mucho humo”, relata Carla, la pareja de José y dueña del negocio, así como el anexo que se encuentra bajo el mismo nombre.
Un agente entró al bar y salvó a José de morir asfixiado, “tiene asma y cuando lo sacó estaba morado” explica Carla, quien estima las pérdidas en más de 20.000 euros. Sin embargo, lo más importante para ella es la “valentía” del agente que salvó la vida de su marido, porque hay daños que son irreparables y por suerte José, ya se recupera en casa.
