La mañana ya comenzó animada desde las 9.30 en que alrededor de unos quince vecinos se encerrasen en una casa de la Cañada Real Galiana para evitar su derribo. Según afirmaba la presidenta de la asociación de vecinos, Lidia Resano, el Ayuntamiento tenía orden para demoler una vivienda, cuando en realidad querían tirar dos, puesto que ambas viviendas están unidas por la misma estructura, por lo que el derribo de una supondría el derribo indirectamente de la otra.
Finalmente tras parlamentar con los vecinos y sin haberse registrado incidentes, los operarios pudieron proceder a la intervención municipal sin problemas, culminando el derribo con una nave industrial y dos cerramientos de parcelas ilegales y deshabitadas.
Aun tratándose de construcciones y espacios deshabitados, durante la operación se contó en la zona con un dispositivo del Samur Social, por si hubiera podido requerirse su actuación.
Mientras la policía era testigo del derribo de manera pacífica, se vieron sorprendidos cuando un hombre salía de una vivienda cercana a la zona con una pistola en la mano. Los familiares del individuo instaron a los agentes a dejarlo marchar sin detenerlo, pero finalmente los agentes no tuvieron que hacer frente a ninguna situación peligrosa, y trasladaron al hombre a comisaría.
"Las demoliciones efectuadas esta mañana se enmarcan en el conjunto de medidas que viene desarrollando el Ayuntamiento de Madrid para el mantenimiento de la legalidad urbanística, hasta que se aborde una solución integral que permita afrontar la compleja situación de la Cañada Real Galiana", explicaron desde el Consistorio.
Según sus datos, desde mayo de 2007 el Ayuntamiento de Madrid ha efectuado en la Cañada y su entorno un total de 201 demoliciones de diverso tipo.
