Llevan desde la noche del pasado 30 de abril acampados en la Cuesta de Moyano. Son algunos de los afectados por la estafa de las cooperativas del sureste, que han decidido plantarse en la calle para reclamar la atención de las autoridades. Y por ahora van a seguir allí porque, según afirman en su página web, “es la principal y más importante medida de presión”.
La historia de estos cientos de vecinos comenzó hace 14 años cuando invirtieron sus ahorros en los pisos que se iban a construir en la zona de Los Berrocales, El Cañaveral, Los Ahijones y Los Cerros. “Cada familia ha desembolsado entre 40.000 y 70.000 euros a las Gestoras de Cooperativas Ofigevi y Gespozuelo, y más de 10 millones a la aseguradora HCC Europe”, explica un miembro de la Asociación de Cooperativistas Afectados del Sureste (ACAS), Pablo Pastor.
Una de las cuestiones que persiguen los acampados es que se “agilice la simultaneidad en El Cañaveral”. Una zona en la que ya hay un 80% construido, por lo que piden que se siga construyendo”, y que se les incluya como adjudicatarios finales en viviendas públicas protegidas que el Con-sistorio tiene en El Cañaveral y otros desarrollos de Madrid. Sobre este asunto, recientemente los representantes del Ayuntamiento y de la Junta de Compensación de El Cañaveral han definido el contenido del Convenio de Gestión que debe ser aprobado para la ejecución por etapas de las obras de urbanización. El objetivo es agilizar la urbanización y construcción de viviendas, superando las dificultades derivadas de la crisis.
