En los tiempos que corren, asegurar que cualquiera es susceptible de convertirse en víctima de un robo no causa sorpresa; sin embargo, si el sustraído es el cardenal de Madrid, el hecho adquiere especial relevancia. Y es que los cacos ya no respetan ni a las altas autoridades eclesiásticas. Eso es lo que debió pensar Antonio María Rouco Varela en su última visita al barrio de Valdebernardo, el pasado 12 de noviembre. El purpurado acudió al distrito para bendecir la primera piedra de la futura parroquia de San Gregorio Magno, una ceremonia que los ladrones aprovecharon para abrir su automóvil y sustraerle varios objetos personales y el radiocasette.
Los presuntos autores del robo -José Luis B. de la C. y Bruno Daniel N. M.- fueron detenidos tan sólo un día después. Al parecer, se trata de una pareja que lleva varios meses operando en la zona. Entre los objetos que les fueron decomisados se encontraban los efectos del cardenal y otros pertenecientes a 15 vecinos del distrito.