Se llama Christian Dan y tiene 29 años. Vicalvareño de corazón y de residencia durante muchos años, acaba de volver de París, donde ha terminado su segunda película. Pero su trabajo más conocido es Planet 51, el filme de animación más ambicioso del cine español: “Ha sido una experiencia increíble. He aprendido muchísimo de grandes profesionales que llevaban en la industria del cine muchos años. Además, ha sido un gran trampolín profesional”, afirma este ex vecino de Villardondiego. Para Christian, el proceso de la animación es muy rico y creativo. “Consiste -explica- en dar vida a los personajes. En realidad los animadores somos los actores de la película. Cuando nos asignan un plano, lo primero que hacen es darnos el audio original grabado por el actor. Una vez tengo el audio, el siguiente paso es interpretarlo. Me grabo en video actuando como mi personaje, y estas grabaciones me sirven de referencia e inspiración para poder animar mi personaje”.
Christian se muestra contento con el resultado de la película en taquilla, pero reconoce que la crítica norteamericana no ha sido demasiado benevolente: “Simplemente creo que se han visto amenazados ante una producción de tanto nivel que llega desde tan lejos”, asegura.
En cuanto a las principales dificultades de la animación en España, Christian apunta a la falta de especialización: “es decir, en la mayoría de los estudios españoles te piden que además de saber animar, sepas modelar, poner texturas, etc. Con lo cual, al final no acabas siendo brillante en ninguno de estos ámbitos. Pero poco a poco van surgiendo estudios que tienen esto muy en cuenta, y apuestan cada vez más por la especialización y la calidad”.
Tras dar el salto a la gran pantalla, a Christian le esperan varios proyectos: “Hace poco recibí una oferta de Disney. Pero me apetece disfrutar un poco más de Madrid. Difícil elegir”.
