Pasear junto a Cayo Maximum y Cayo Vinicius, participar en una peculiar bacanal, ser testigo privilegiado de las luchas entre gladiadores o pujar en una gran venta de esclavos. Esas fueron entre otras, algunas de las actividades de las que disfrutaron los vecinos que se acercaron hasta la Plaza de Don Antonio de Andrés los pasados 12 y 13 de mayo. El distrito, reconvertido en Vicalvarum, acogió un mercado romano en el que además de adquirir los objetos artesanales más variopintos, los asistentes tomaron contacto con el estilo de vida propio del gran imperio. Dos intensos días de disfrute en los que además ningún vicalvareño fue arrojado a los leones.
