Un “lavado de cara”. Así es como califica la Asociación de Vecinos Independiente de Butarque -AVIB- la esperada reforma de la Avenida de Los Rosales. Desde la entidad, aseguran que el proyecto que finalmente se acometerá, pese a mantener el presupuesto inicial, no se ajusta a las reivindicaciones vecinales. Según afirman en un comunicado, “tras más de diez años de espera, cinco muertos y múltiples atropellos, parecía que la reforma comenzaría. No era, ni mucho menos la proyectada en un principio, ya que dejaba fuera los dos puntos más conflictivos: el enlace con la A-4 y el puente bajo las vías del tren”. Pese a todo, la nueva configuración de las aceras, parterres, pasos de peatones, así como la nueva disposición de los aparcamientos y el arbolado que recogía el documento, satisfacían a los vecinos en tanto que reportarían una mayor seguridad para los viandantes y mayor protección para los residentes de la Avenida. Sin embargo, y según comentan, parece que ahora se ha denegado la tala de árboles necesaria para reordenar las plazas de aparcamiento y llevar a cabo la duplicidad de los carriles, que también perseguían. Desde AVIB denuncian además que la Conse-jería de Transportes e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid ha incumplido su promesa de facilitar el proyecto de ejecución a las entidades vecinales; y han solicitado que “las administraciones dejen de poner trabas y podamos conocer el fondo y la forma real de estas obras”, concluyen.
Por su parte, desde el Gobierno regional desmienten que el proyecto se haya desarrollado al margen de los vecinos y aseguran que “todo se ha pactado con la Junta Municipal”. Fuentes de la Consejería de Infraestructuras explican además que el redactado inicialmente no resolvía el principal problema de estos vecinos: la acumulación de aguas, y por eso, no se llevó a cabo. Y, aclaran que las actuaciones previstas en este proyecto final, tienen que ver con la ampliación de las aceras; la creación de una zona de aparcamientos nueva; el refuerzo del firme; el arreglo de las intersecciones peligrosas; y la construcción de un depósito para tormentas, que evitará las problemáticas inundaciones de la Avenida.
